El Congreso Eucarístico, convertido en eje de la visita

La misa de clausura del Congreso Eucarístico de Sevilla, programada para mañana, y la que celebrará el miércoles por la tarde en la plaza de Colón de Madrid serán los dos momentos culminantes de la visita que el Papa inicia hoy a España -la cuarta en sus 15 años de pontificado-, que hace el viaje número 59 de los realizados al extranjero por Juan Pablo II. El Congreso Eucarístico sevillano se ha convertido, en efecto, en la justificación central de este viaje, cuya proyección sobre su objetivo inicial de conmemorar el V Centenario de la gesta americana ha quedado como definitivamente incierta.

Juan Pablo II no quiso viajar a Sevilla el año pasado, por mantener clara su distinción entre una "evangelización" de América, que es lo que la Iglesia celebra, y una "conquista" que suscita protestas. Por problemas de agenda, el Pontífice tampoco ha podido llegar dentro del jubileo asociado a esa efemérides, que concluyó el Domingo de Pentecostés, perdiéndose así la oportunidad de enriquecer el jubileo con indulgencias adicionales derivadas de la visita del Papa.

De ahí que las celebraciones del V Centenario estén algo difuminadas en el programa, a través de los actos menores que el Papa presidirá el lunes en Palos de Moguer, Palos de la Frontera y en La Rábida, durante una jornada que concluirá en el Rocío y que será la única realmente trajinada de los cinco días y medio que durará esta visita.

Mayor solemnidad y difusión tendrá, sin embargo, la clausura del Congreso Eucarístico. En el Campo de Feria sevillano se ha dispuesto sitio para recibir hasta medio millón de personas, y 1.600 obispos y sacerdotes celebrarán la solemne misa a la que asistirán los reyes de España.

V Centenario

El tema del V Centenario será recuperado, sin embargo, en Madrid, durante la misa del martes. Este acto de la plaza de Colón será la principal celebración de masas prevista en la capital de España.

La catedral de la Almudena, que el Papa consagrará el lunes, no tiene capacidad para albergar a tanta gente ni representa un valor unitario para los católicos madrileños. La división de opiniones ha acompañado hasta el final a este proyecto concluido por el arzobispo Ángel Suquía, después de que su predecesor, Enrique Tarancón, lo mantuviera en barbecho por considerar que había otras necesidades de gasto prioritarias para la Iglesia.

Un momento importante, aunque breve, de esta visita del Papa a España será la entrevista del Pontífice con el presidente del Gobierno, prevista para el próximo miércoles en la nunciatura madrileña. Juan Pablo II volverá a encontrarse con Felipe González, en contra de lo que se podía haber esperado hace sólo una semana, y es sabido que, en la última década, las relaciones entre el Gobierno socialista y la jerarquía eclesiástica no han sido un lecho de rosas.