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ELECCIONES 6 JUNIO

Aznar quiere que el PP pase a la ofensiva y actúe en el Parlamento como un partido de Gobierno

José María Aznar quiere que el Partido Popular (PP) deje la trinchera y pase a la ofensiva. Es la diferencia que media entre una oposición que actúa a la defensiva y el comportamiento propio de un partido de Gobierno, como quiere que sea el PP. Con esa estrategia engarza la invitación del comité ejecutivo de este partido a otros grupos de la oposición para pactar la elección de unos presidentes del Congreso y del Senado que no sean socialistas. El primer rédito de la nueva etapa política debe consistir en que sea el Parlamento quien controle al Gobierno y no al revés, aducen los populares.

José María Aznar ha puesto a los nacionalistas vascos y catalanes ante el compromiso de alinearse con el Partido Popular para arrebatar al PSOE la presidencia de las cámaras y del mayor número posible de comisiones parlamentarias, o hacerlo con los socialistas. Con los resultados de las elecciones en la mano, el presidente del Partido Popular confía en que el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Convergéncia i Unió (CiU) mediten sobre el coste político de un nuevo apoyo al PSOE.La colaboración de CiU y del PNV con el PSOE en la anterior legislatura no es ajena al estancamiento electoral de esos partidos frente al notable crecimiento del Partido Popular en Cataluña y el País Vasco, según los populares. De ahí que, con talante afable en unos casos y acuciante en otros, les adviertan públicamente de los riesgos electorales que entraña la vinculación con el PSOE.

El secretario general del Partido Popular, Francisco Álvarez Cascos, se desmarcó ayer de quienes auspician la elección de Miquel Roca como presidente del Congreso de los Diputados. Para los populares, Roca es el máximo exponente de quienes impulsan un Gobierno de coalición del PSOE y CiU. Álvarez Cascos matizó que el PP puede proponer a media docena de personas que podrían desempeñar la presidencia de las Cortes tan bien como Roca.

Los populares se apresuraron tambien a advertir que les corresponden, por número de escaños, dos de las cuatro vicepresidencias del Congreso y dos de las cuatro secretarías de la Mesa. Un reparto que, en caso de producirse -siempre que no haya pactos que lo alteren-, acabaría con la mayoría de que disponía el PSOE desde 1982.

Pero Aznar no las tiene todas consigo. Felipe González ha enviado claros mensajes a Jordi Pujol y a Xabier Arzalluz acerca de que prefiere contar con su apoyo, y de que está dispuesto a sellar con ellos un pacto duradero. Y la respuesta, aunque está supeditada a unas negociaciones que todavía no se han iniciado, no ha sido negativa, en principio, aunque un portavoz de Unió Democrática de Catalunya -el socio democristiano en CiU- se mostró ayer partidario de atender la invitación del Partido Popular.

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