Bajas presiones

La depuración del mercado ha proseguido en esta última sesión más o menos en los mismos términos que el lunes, sin que sea posible distinguir entre el aspecto puramente económico y el político. Hay analistas que insisten en las diferencias entre una política económica y otra, sobre todo en lo tocante a los tipos de interés, para explicar el cambio de rumbo del mercado en estas dos últimas sesiones. Las expectativas han pasado de la oferta de una bajada rápida por parte de un partido a la visión posibilista del otro, con el agravante de que puede darse, incluso, algún giro importante en materia de política económica si se cumple esa captación del mensaje del electorado que hizo ver el actual presidente del Gobierno, y ese punto sí que preocupa a los inversores institucionales.El volumen negociado en esta ocasión supera los 23.500 millones de pesetas efectivas, con la;. concentración habitual en los valores que garantizan una capacidad de maniobra suficiente. Una buena parte de ese negocio es achacable a la absorción de papel que se puso en marcha cuando el índice llegó a caer casi cuatro puntos a media mañana, una cifra que era más que suficiente como castigo para las posiciones especulativas del pasado viernes.

La orientación de los mercados internacionales, con Wall Street en pleno goteo, Tokio sin alicientes para nuevas posiciones y Europa con movimientos indecisos, permitió el libre juego de fuerzas en el mercado español. El índice perdió un 1, 13%, 2,59 1 puntos, mientras que el Ibex 35 cedía un 1,12%.