Asombro en Europa por la victoria inesperada del PSOE
El éxito de Felipe González leventa el ánimo de los socialistas de la Comunidad y sorprende al Viejo Continente
Francia. En la primera página del diario Le Monde el caricaturista Plantu dibujó ayer a un Felipe González triunfante disfrazado de Sergi Bruguera y a un presidente francés, François Mitterrand, disfrazado de reportero que pregunta asombrado al tenista español cómo ha logrado la victoria. Los socialistas franceses desbordaban ayer entusiasmo: España, el último bastión socialista de la Comunidad Europea,, no había caído en manos de la derecha. "El resultado de las elecciones españolas es, para nosotros una luz venida de sur" dijo a este periódico Jean Glavany, portavoz del Socialista (PS). Hablando en nombre del equipo de dirección liderado por Michel Rocard, Glavany añadió: "Al pueblo español debemos agradecerle que no hayan doce gobiernos de derechas en la CE, lo que es muy buena, cosa para el pluralismo político en nuestro continente".La dirección socialista francesa, explicó Glavany, explica los resultados de las elecciones del pasado domingo por tres hechos: "la persistencia de una conciencia histórica que lleva a los españoles a desconfiar de la derecha; la sabiduría de los españoles que han comprendido que la crisis y el paro son fenómenos internacionales y la extraordinaria personalidad individual de Felipe González".
Pierre Mauroy, presidente de la Internacional Socialista y ex primer ministro francés, felicitó a sus camaradas españoles y, en particular, a Felipe González, que "ha sabido resistir al desgaste del tiempo de un modo excepcional".
Ponzález, dijo Jean-Pierre Cot, presidente del Grupo Socialista del Parlamento Europeo, ha demostrado que "no hay fatalidad en la caída del movimiento socialista y socialdemócrata en la Europa de hoy". "Nuestro mensaje de libertad y solidaridad debe servir de fundamento para una mayoría de progreso en la Comunidad Europea de mañana", añadió Cot.
Los periódicos franceses tenían ayer sabor español. La principal información de la jornada era lo que Le Figaro llamaba "el éxito de González". En todos los diarios el resultado de los comicios españoles compartía la primera página con una gran foto de Sergi Brugera.
Reino Unido. El Gobierno conservador británico felicitó a González por su victoria electoral, pero el resultado de las elecciones no fue el que deseaban los tories. El primer ministro, John Major, y varios de sus colaboradores, entre ellos el subsecretario del Tesoro, Michael Portillo, habían expresado rotundamente su apoyo a José María Aznar durante la campana electoral. No sólo por una cuestión de simpatía ideológica, sino por razones más utilitarias: la Administración de Major esperaba tener en Aznar a un aliado en la resistencia contra el federalismo europeo, uno de cuyos defensores es, precisamente, González.
Un portavoz del Foreign Office declaró, sin embargo, que el resultado electoral español desterraba el "peligro de inestabilidad política en uno de los países comunitarios, en un momento crucial para los Doce" y afirmó que las relaciones hispano-británicas seguirían siendo "excelentes".
La prensa londinense destacó, en sus segundas ediciones, lo sorprendente de la notable venta a la obtenida al final por el PSOE. El Financial Times abrió su portada con la noticia del "inesperado cuarto mandato socialista" y subrayó que González había admitido la necesidad de cambiar el estilo de gobierno. El diario progresista The Guardian señaló que el triunfo del PSOE frenaba el giro hacia la derecha en toda Europa, mientras el liberal The Independent resaltó el fuerte crecimiento del PP y la pérdida de la mayoría absoluta por parte de los socialistas. El conservador The Times dijo que el resultado demostraba que los electores españoles preferían "jugar sobre seguro" y que aún tendían a vincular la derecha democrática con el franquismo.
Italia "González se salva in extremis" y "González triunfa todavía" son las ideas básicas que orientan los titulares dedicados ayer por la prensa italiana a las elecciones españolas. La noticia fue de primera página, a pesar del amplio espacio que los diarios locales dedicaron a unas elecciones administrativas fundamentales, que dieron un mensaje de sentido contrario al registrado en España: en Italia, las urnas han hablado de cambio radical y ruptura extrema.
Bélgica. "Los socialistas españoles del primer ministro González siguen siendo el mayor partido , titula el De Standard (cristianodemócrata flamenco), y asegura a la vez que un Gobierno de mayoría absoluta sólo puede salir de una coalición o con IU o con CiU. La hipótesis de la coalición, en este ' país de gobiernos equilibristas y minoritarios, acerca la política española a los hábitos de los belgas. Las encuestas habían convencido ya a los ciudadanos de que así iba a ser y de que los nacionalistas, que cuentan con excelentes contactos en la política belga, iban a jugar un papel determinante.
Estados Unidos. La prensa norteamericana menciona el ascenso del PP, la pérdida de la mayoría absoluta por parte del PSOE y la posibilidad de coaliciones para buscar un Gobierno estable como los tres aspectos más destacados de la jornada electoral del domingo en España. Tanto The New York Times como The Washington Post, dos de los diarios más influyentes del país, incluyen en sus primeras páginas breves sumarios sobre las elecciones españolas. La televisión, sin embargo, no volvió ayer a mencionar el asunto. Sin duda el hecho de que el PSOE consiguiera la victoria por un margen holgado, ha reducido el interés por la noticia.
Argentina. Los periodistas de emisoras de radio que a primera hora de ayer entrevistaban a miembros de todo rango de la Administración coincidían en señalar también que, a pesar de las denuncias de corrupción, el liderazgo de González se impuso por sobre las críticas al Gobierno socialialista. El secretario general de la presidencia, Eduardo Bauza comparó la transformación que inició en España González con la que puso en marcha el presidente Menem en Argentina.
Los dirigentes del radicalismo, principal partido de la oposición, consideran que la proyección de la imagen de Felipe González en la Argentina fortalece las posiciones socialdemócratas que representa el ex presidente Raúl Alfonsín, quien libra en estos días la batalla interna para retomar el control de su partido.
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