Diagnóstico incorrecto
LA REPETICIÓN por triplicado de la mayoría absoluta a favor del PSOE ha generalizado en la sociedad española un estado de opinión acerca de la conveniencia o no de que las urnas arrojen este tipo de mayorías, o incluso una mayoría clara, aunque no sea absoluta, que me parece, realmente preocupante.Los resultados de unas elecciones tienen que ser un reflejo de la sociedad, pero también tienen que permitir que dicha sociedad pueda ser gobernada. Si los resultados de unas elecciones no redujeran políticamente la complejidad social, sería imposible formar Gobierno. El comportamiento electoral deseable es, por tanto, aquel que no desfigura la realidad social de la que arranca, pero que la traduce en términos de un "mandato de Gobierno identificable" para el conjunto de la sociedad, aunque protagonizado por el representante de un sector de la misma.
Cuando esto no ocurre, cuando las urnas no suministran un mandato claro a través de una mayoría política con capacidad para intentar ponerlo en práctica, la eficacia del Estado democrático se resiente de manera importante. Y con ello acaba también resintiéndose su legitimidad .
La imposibilidad de determinar con claridad cuál ha sido el mandato recibido de los electores, la difuminación de la responsabilidad política al no haber ningún partido al que pueda imputársele de manera inequívoca, es el caldo de cultivo de los acuerdos interpartidarios al margen de la transparencia y del todo control por parte de la opinión pública. El caso de Italia es bastante elocuente.
Y es que el problema español de la pasada década no han sido las mayorías absolutas del PSOE, sino la distancia entre el PSOE y el PP, la ausencia de una alternativa frente al socialismo. El problema no ha sido la mayoría,- sino la hegemonía. Un sistema hegemónico es un sistema sin alternativa. Y ese sistema es perverso, o tiene tendencia a convertirse en perverso. Exactamente igual, sólo que al revés, ocurre con un sistema sin mayoría clara, sin un mandato claro de gobernabilidad por parte de la sociedad.
Creo que esto es algo que se ha perdido de vista por parte de la sociedad española en esta década. Obsesionada con la hegemonía socialista, únicamente se ha planteado como objetivo quebrar dicha hegemonía, llegándose a teorizar que, no es bueno que existan mayorías claras y atribuyéndose al necesario compromiso que resultaría de la ausencia de tales mayorías no sé que virtudes de tipo taumatúrgico.
Nada hay en la experiencia histórica conocida que justifique este tipo de análisis. Al contrario. Todas las experiencias democráticas en las que se ha producido una excesiva fragmentación política y no se ha conseguido identificar mayorías claras han entrado en procesos de descomposición, que nunca han sido reversibles. Conseguir la estabilidad al precio de la hegemonía es malo. Acabar con la hegemonía al precio de la inestabilidad, de la ingobernabilidad, puede ser igual de malo, o incluso peor.
Un sistema político fragmentado, en el que la formación de un Gobierno coherente resulta dificil si no imposible, puede ser el comienzo de la degeneración de dicho sistema político. La sabiduría popular lo sabe muy bien: "Entre todos la mataron y ella sola se murió".
Mañana es el 6-J.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
El Louvre, en su punto más bajo: ¿qué le pasa al museo más famoso del mundo?
Kate Winslet nos habla de su debut como directora (y de lo difícil que sigue siendo ser mujer en el cine)
La Administración de Trump publica (a medias) los papeles de Epstein: ¿cuáles son las principales novedades?
Todo lo que tienes que saber para seguir la jornada electoral de Extremadura
Lo más visto
- Uno de los promotores de la señal V-16 de tráfico: “Es duro oír el testimonio de víctimas que han sufrido amputaciones al poner los triángulos”
- Más de 40 congresistas demócratas piden por carta a Trump que cese en sus “intentos de socavar la democracia en Brasil”
- Cae una organización que enviaba camiones cargados de cocaína desde Marbella hasta varios países europeos
- La policía registra varios domicilios y las oficinas de la ministra francesa Rachida Dati por otro presunto caso de corrupción
- Manuel Castells, sociólogo: “El mundo está en un proceso de autodestrucción”




























































