El síndrome de Angola y el récord de Buscató
Epi avista dos sugestivas posibilidades. Suma ahora 208 internacionalidades -cerca del récord de Buscató- y aspira a borrar la decepción del noveno puesto en los JJOO y la derrota ante Angola.
P. ¿Piensa en un desquite?
R. No me lo planteo así. Podría pasar lo contrario. El tiempo borra lo bueno y lo malo; sin embargo, regresar es meterte en un barco que puede ir bien o mal.
P. ¿Y en el récord de Buscató?
R. Sería fantástico. Pero no lo batiré. Me quedaré, si Dios quiere, en los 218 o 219. Ya está bien. Tengo otros récords, como el de máximo anotador.
P. ¿No se va a quedar con la miel en los labios?
R. Me encantaría si fuera a batirlo pero como no va a ocurrir, no pasa nada. El hecho de quedar cerca no me va a frustrar. Para mí va a ser un honor estar cerca de una institución como Nino.
P. ¿Hubiera vuelto de haber sido el anterior seleccionador, Antonio Díaz Miguel, quien se lo hubiera pedido?
R. No hubiera dicho que no a cualquier entrenador que se hubiera significado tanto como lo ha hecho Lolo Sainz.
P. Sus metas en la selección, ¿son ahora diferentes?
R. Han cambiado a nivel individual, porque no es lo mismo jugar muchos minutos y ser fundamental en todos los esquemas que actuar como lo haré ahora. A nivel de equipo son superambiciosas; si somos campeones, mejor.
P. ¿Cambiarán las cosas con Lolo?
R. Hemos tocado fondo. Todos hemos salido perjudicados por la situación de la selección, jugador, clubes, entrenadores, aficionados, medios de comuniciación. Estoy seguro de que, a partir de ahora, con los cambios que ha habido, la gente va a apoyar mucho más a la selección y ello provocará una mayor ilusión y más victorias.
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