"Ni terratenientes, ni clericales, ni militares"
En sus años de estudiante universitario, allá por la primera mitad de los setenta, Guillermo Crtázar fue militante de dos partidos comunistas, Bandera Roja y, luego, el PCE. Su pasado político juvenil no le incomoda en absoluto ahora que está en el Partido Popular, por mucho que pueda parecer chocante que con ese currículo se ocupe de una función tan específicamente ideológica como es la de formar a los militantes de la derecha española.
Pregunta. ¿Cómo fue que se hizo de derechas?
Respuesta. Dejé por completo la política en 1975, el año de la muerte de Franco. Trabajé tres años como abogado en el Banco de Bilbao, fui catedrático de instituto y luego, con una beca Fullbright, marché a Estados Unidos, donde hice un master en la Universidad de La Joya (California). Me gustó el estilo de vida norteamericano y regresé convencido de que el intervencionismo que profesa la izquierda está condenado al fracaso."
P. ¿En qué momento dejó de ser de izquierdas?
R. No hubo una caída del caballo. A mí me pareció positivo que el PSOE ganara en 1982. Pero la privatización de Rumasa me alejó ya de los socialistas. Y me cayó muy mal el referéndum de la OTAN.
P. ¿Por qué?
R. Tuve la impresión de que nos daban mercancía cambiada. Es algo que se ha convertido en típico de Felipe González [presidente del Gobierno]` traspasar su problema a la sociedad, aunque sea a costa de dividirla. El problema con la OTAN lo tenía el PSOE, pero con el referéndum dividió terriblemente a la izquierda y también a la derecha. Eso me indignó. Y es lo mismo que ha hecho ahora Felipe González al adelantar las elecciones. No podía resolver los problemas del PSOE y ha hecho la huida hacia adelante.
P. ¿Por qué le han colocado en la candidatura de Barcelona?.
R. En este sistema electoral es cada vez menos significativo quién va en tal o cual puesto. Se votan listas de partido y candidatos a la presidencia del Gobierno. Yo tengo experiencia en la cocina electoral y se creyó que era una demostración de apoyo a la candidatura de Barcelona.
P. ¿Entiende el catalán?
R. Me defiendo. He ido a algún debate en catalán y lo entiendo prácticamente todo. Tengo la impresión, además, de que aquí la gente no hace del idioma un problema. En el País Vasco es distinto. Allí eso está mucho más tenso.
P. ¿Qué le queda por hacer al PP para ser sin discusión un partido de centro?
R. Nada. Hombre, mejorar siempre es posible, pero nuestro programa está ya en el límite con la socialdemocracia.
P. Pero ustedes llevan en sus filas a la derecha franquista, de la que no se puede decir que tenga un alma precisamente moderada. ¿O sí?
R. La derecha española actual es sólo heredera del franquismo en una parte pequeñísima porque se reconoce en 100 años de constitucionalismo. Es la de Cánovas, Prim, Espartero. No es ese estereotipo formado por la suma de terratenientes, militares y clericales. Los militares están en el marco de la OTAN y el arzobispo Marcelo González Martín le acaba de decir una misa a González en Aquisgrán como antes se las decía a Franco.
P. Si pierden las elecciones, ¿qué pasará?
R. Habrá otras elecciones muy pronto y las ganaremos nosotros.
P. Explíquese.
R. Quiero decir que si no ganamos nosotros habrá una mayoría muy inestable y la inestabilidad política lleva a legislaturas cortas.
P. Pero todo parece indicar que lo mismo pueden ganar ustedes con 155 diputados que el PSOE con otros tantos. Es decir, que también puede haber mayoría inestable ganando ustedes.
R. Ganaremos por más. El deseo de cambio es mayor de lo que detectan las encuestas. Pasaremos de 160 escaños porque hay marejada de fondo.
P. En Cataluña, el partido que les cierra el paso y les quita los votos no es el PSOE, sino Convergéncia i Unió. ¿Cree que pueden superarle?
R. Niego la mayor. El equilibrio en el ámbito electoral del centro derecha es cambiante en Cataluña y en el País Vasco. En elecciones como éstas eso es beneficioso para nosotros porque podemos subir hasta 12 diputados o más. Y con eso nos bastaría para poder gobernar. UCD ya lo hizo en su momento.
P. ¿Qué pueden ofrecer ustedes a CiU para que les apoye y formar con ustedes una mayoría en el Parlamento?
R. Convergéncia i Unió está muy alejada de tener una influencia decisiva en la política española. Lo que ocurre es que tiene un programa muy similar al nuestro, de forma que tendremos mucho placer en contar con su apoyo.
P. ¿Cree que con esto bastará?
R. Bueno, hay cosas como la corresponsabilidad fiscal y el acuerdo para la regeneración política en las que podemos entendemos con ellos.
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