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260.000 personas asistieron a los actos del Dos de Mayo, afirman los organizadores

Institucionalizadas hace 10 años como fiestas de Madrid por el entonces alcalde de la ciudad, Enrique Tierno Galván, las fiestas del Dos de Mayo atrajeron en 1993 más gente que el año anterior. Un total de 260.000 personas, 70.000 más que el año pasa-. do, acudieron a los 215 actos anunciados (que duplican los celebrados en 1992), según los organizadores.La música fue la reina de estos festejos, denominados del Dos de Mayo no tanto porque conmemoren el alzamiento en 1808 del pueblo madrileño contra las tropas napoleónicas, sino porque la movida madrileña empezó espontáneamente en la plaza del mismo nombre al principio de la década de los ochenta.

Los aficionados al jazz, al rock y a a musica clásica presenciaron las actuaciones de unos 250 grupos (mayoritariamente de la -Comunidad de Madrid), formados en total por unos 1.500 artistas. El programa era ecléctico, y hubo para todos los gustos y todos los monederos. Desde los adictos a los macroconciertos hasta los incondicionales de los clubes recónditos tuvieron su oferta.

El cantante norteamericano de rock Bruce Springsteen se llevó la palma con su recital del 8 de mayo, al cual acudieron 45.000 personas. El heavy rock de Bon Jovi y la música étnica de Womad (Peter Gabriel, Kiko Veneno y The Oyster Band) atrajeron, respectivamente, a 10.000 y 8.000 personas.

El folk urbano, marca del ya mítico Leonard Cohen y de la cantante neoyorquina Suzanne Vega, así como los temas soul de la sensual nigeriana Sade, convencieron también a los madrileños, aunque en número menos importante (entre 1.000 y 5.000 personas). Los madrileños acudieron también en masa a los recitales de Antonio Vega, Mikel Erentxun (ex cantante de Duncan Dhu) o el grupo de flamenco Ketama. El pop suave de Danza Invisible y de Ciudad Jardín también tuvo éxito. Unas 1.800 personas asitieron a cada una de estas actuaciones.

El jazz y el Nues también tuvieron su hora de gloria en la III Muestra de la Comunidad de Madrid. Grupos como Luther Allison Blues Bánd y Louisiana Red and Carey Bell tuvieron sus adeptos. El festival culminó con las interpretaciones de dos de los más famosos guitarristas de nuestro tiempo: el bluesmen Johnny Winter, hijo espiritual de Muddy Waters, y el jazzista Pat Metheny.

Los amantes de la música clásica pudieron asistir, de abril hasta el 9 de mayo, a la IV Semana de Música Antigua en el Museo del Prado.

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Pero eso no fue todo. Hubo corridas de toros, exhibición de coches antiguos, carreras de caballos e incluso un trofeo de yudo para los que no les agrada la música.

El rally de coches de época arrastró a unos 40.000 madrileños a la plaza de España en los días 1 y 2 de mayo. La presentación de las nuevas tecnologías de realidad virtual convocó a otras 20.000 personas. La tradicional corrida concurso de ganaderías en la plaza de toros de Las Ventas reunió a 24.000 personas.

El viernes 6 de mayo, entre 5.000 y 10.000 personas, según las cifras estimadas en los medios de comunicación, respondieron a la llamada de Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad de Madrid, y desfilaron, en un acto festivo, por el centro de la capital para manifestarse contra del racismo.

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