"Ni Jesús Gil ni Hormaechea tienen ideología; yo sí"
El alcalde de Jerez, de 44 años, es más conocido por sus palabras que por sus hechos. Ahora, tras una traumática separación del Partido Andalucista, intenta cambiar su imagen de lenguaraz para afrontar su nueva etapa como líder del Partido Andaluz de Progreso.
ISABEL PEDROTE, Después de casi dos décadas bajo las siglas del Partido Andalucista (PA), Pedro Pacheco, el díscolo alcalde de Jerez que consiguió relumbrón con aquello de la "justicia es un cachondeo", concurre a las elecciones con un grupo de su invención, el Partido Andaluz de Progreso (PAP). Todavía convaleciente del divorcio de Alejandro Rojas-Marcos, con el que hacía años que ni se hablaba, quiere sorprender ahora con una imagen distinta y se empeña en parecer sosegado, flemático y sobrio. Pero, aunque lo intenta, su incontinencia verbal acaba traicionándolo. Algunas comparaciones le escandalizan y se defiende: "Ni Gil ni Hormaechea tienen ideología; yo sí".
Pregunta. Dice usted que el PAP no se ajusta a los esquemas tradicionales y que sus mensajes son nuevos. Diga uno.
Respuesta. Supresión de la inmunidad parlamentaria. No hay que empeñarse en la partitocracia, sino ampliar el voluntariado para que el ciudadano se integre en la política social. Otro: crear una esfera neutral de la Administración en la que los funcionarios se sientan responsables y abandonen la actitud pasiva..
P. Su partido no ha tenido tiempo de celebrar un congreso constituyente, ¿puede funcionar así?
R. De hecho lo está haciendo. Las elecciones anticipadas nos han obligado a aplazar el congreso a octubre.
P. Cuatro cosas en las que se diferencie el PAP de su formación matriz, el PA.
R. Muy fácil: una, nacionalistas sin ambigüedades; dos, democracia profunda; tres, centro-izquierda, y cuatro, defensores de la España federal. Pero ellos [el PA] no son nuestros contrincantes, su presencia es testimonial.
P. ¿Ni siquiera los va a mencionar en campaña?
R. Con todos mi respetos y sin acritud: han quedado reducidos a un grupo de amiguetes.
P. Sin embargo, según las encuestas, el electorado, incluso en Cádiz, su provincia, le sigue identificando con el PA y no con el PAP.
R. Es normal, pero eso se cambia en tres días.
P. Se le compara con Juan Hormaechea y Jesús Gil.
R. Mire usted, es como la noche y el día. Ellos no tienen ideología, yo sí. Tengo 20 años de historia política. Lo suyo es una ventolera, aventureros puros. La comparación es una ligereza.
P. El PA dice de usted que es un monstruo populista que ellos mismos crearon y que al final se rebeló.
R. Je, je. El PA se ha autoinmolado, se ha hecho el haraquiri. No merece la pena mirar hacia atrás ni incidir en el tema. Ellos se lo han guisado y ellos se lo han comido y ahora recibirán el justo premio. Y lo digo sin acritud.
P. ¿Cuáles son sus expectativas?
R. Inaugurar un grupo en el Congreso: Cádiz, Córdoba, Málaga y Sevilla, una proeza.
P. ¿Y si no sacan ningún escaño?
R. Si me pregunta por esa hipótesis irreal, le diré que éste es un proyecto político que está cuajando por días.
P. ¿De dónde ha sacado a los candidatos?
R. De gente que militó en la política, perdió el interés, y ahora se ha ilusionado con esta nueva forma de hacer.
P. Se ha resistido a criticar a cualquiera de sus adversarios.
R. Me niego a entrar en la crispación, eso se lo dejo a los líderes cansados y viejos que defienden su posición en el Estado.
P. ¿Y no resultará difícil para su temperamento callarse frases como la de "Guerra es un soplapollas"?
R. Eso pasó a la historia. Si intentamos regenerar la democracia, hay que dar ejemplo.
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