Albert Boadella entra en el PSC para pegar carteles
ROSANA TORRES, Albert Boadella, director del grupo de teatro catalán Els Joglars, confirmó ayer a este periódico que, desde hace cinco días, es miembro del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), donde ha solicitado que su misión sea la de pegar carteles y ser militante de base. Lo insólito del caso es que nadie le propuso entrar ni tampoco figurar en sus listas como independiente para las próximas elecciones. Se apuntó, dijo, tras sentir vergüenza al ver que su hijo Bernat adquiría un compromiso y se afiliaba sin que nadie le hubiera influido.
"Se me cayó la cara de vergüenza al ver que sólo juego al ácrata y le imité, creo que en este momento hay que mojarse no sólo con el voto, en lo que ya me había mojado, hay que ir un poco más lejos, no tengo ganas de que el péndulo de la historia nos meta a la derecha en el país". El director catalán tiene ganas de colaborar, pero sin protagonismos: "Me he colocado de militante de base y sólo voy a ir a pegar carteles. Para que no haya dudas, me he afiliado cuando las listas estaban cerradas".
Ayer declaró en un descanso de los ensayos de su próximo espectáculo, desde su refugio teatral de los Pirineos catalanes: "Los artistas e intelectuales de este país tienen que adquirir unos compromisos, es muy cómoda la crítica imparcial hacia todos los lados, y no comprometerse en nada".
Sorpresa
La decisión ha sorprendido porque Boadella se ha mostrado en numerosas ocasiones crítico con el partido al que se acaba de afiliar: "Ahora seré más crítico y con más motivos, e intentaré que el partido sea más abierto".
Boadella afirma que su misión no es hacer proselitismo: "Soy consciente de que este gesto, en parte, es un acto simbólico..., ésta es mi manera de hacer proselitismo". También le interesa destacar que no se afilió en 1982 cuando el PSOE era un carro ganador: "Ahora hay muchas posibilidades de estar entre los perdedores y ello tampoco me desagrada, ya que, además de la urgencia inmediata de parar el alud que se nos viene encima, es necesaria una reflexión profunda sobre lo que representan las personas que no son de derechas, y hace falta un revulsivo".
El director piensa sacar tiempo de las horas de sueño para hacer sus tareas de militante: "Hay que acabar de jugar al artista independiente, sobre todo porque la independencia es una palabra ambigua, que a veces nos lleva a compromisos que no son más que utopías excelsas, que están más allá del pan de cada día".
En marzo de 1986 se declaró votante del Centro Democrático Social (CDS) que, en aquella época, dirigía Adolfo Suárez. Boadella afirmó, en plena época preelectoral, que sus simpatías hacia el CDS se debían a que este partido significa "la falta de ideología, un lugar donde todo es posible". Y añadió: "Apoyaré al CDS porque me gusta la confusión en el poder".
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