Iveco Pegaso propone congelar los salarios tras perder 30.000 millones

La empresa de vehículos industriales Iveco Pegaso, controlada por el grupo italiano Fiat, acabó el pasado ejercicio con unas pérdidas de 30.000 millones de pesetas, según fuentes sindicales de la empresa. La sociedad ha propuesto la congelación salarial, que los sindicatos condicionan a que en los próximos años puedan recuperar el poder adquisitivo perdido en 1993.

Las pérdidas de 1992 suponen un crecimiento del 51% sobre las del año anterior, que fueron de 19.737 millones. La dirección de Iveco Pegaso ha propuesto al comité de empresa un incremento salarial cero para toda la plantilla, compuesta por 5.000 personas. El comité, que tiene mayoría de Comisiones Obreras, además de condicionar la propuesta a que la empresa firme un plan a tres años que incluya la recuperación en 1994 y 1995 del poder adquisitivo perdido en 1993, quieren participar en el consejo de administración de la sociedad con el fin de tener información real dé la situación económica de la empresa.Hasta la fecha, las relaciones entre la dirección de Iveco y los sindicatos han sido especialmente tensas por la negociación del expediente de regulación temporal de empleo para el segundo semestre.

Este expediente, que es continuación del aplicado en los últimos dos años, seguirá afectando a toda la plantilla, distribuida en los centros de Valladolid (furgonetas), Madrid (camiones) y Barcelona (componentes de autobuses) y Mataré (montaje de autobuses).

Según Eusebio de Jesús, presidente del comité de empresa de Barcelona, existe un gran malestar en la plantilla porque "tiene peores condiciones que el anterior, en el que hemos perdido cinco puntos de poder adquisitivo". Ante eso, De Jesús ha anunciado que los sindicatos están dispuestos a convocar movilizaciones en mayo y junio. De Jesús dice también que no existe un plan industrial para la factoría de la Zona Franca de Barcelona.

El dirigente ha criticado que se están prolongado más de lo normal las negociaciones para tranferir 250 trabajadores a la multinacional alemana ZF, lider mundial de cajas de cambio y con la firma estadounidense Rockwel, que debía quedarse con la sección de puentes de automoción.