La aseguradora británica Lloyd's anuncia una profunda reestructuración interna para evitar la quiebra

Lloyd's of London, la mayor sociedad aseguradora del mundo, anunció ayer una profunda reestructuración interna, presentada como "última oportunidad" para evitar la quiebra. La sociedad recortará costes y aceptará inversiones de firmas comerciales, en lugar de basarse exclusivamente, como hasta ahora, en inversores indidivuales. Lloyd's of London ha acumulado entre 1988 y 1991 unas pérdidas superiores a los 6.000 millones de libras (1,08 billones de pesetas).

La sociedad, fundada hace tres siglos como aseguradora marítima y dedicada principalmente a los reaseguros, ha mantenido durante toda su historia una estructura muy simple. Los Nombres (inversores individuales) se agrupaban en Sindicatos para respaldar contratos de seguros firmados en todo el mundo por centenares de empresas aseguradoras. El mecanismo funcionó bien y proporcionó enormes beneficios a los Nombres hasta mediados de los años 80, cuando una serie de catástrofes naturales y un fenomenal auge en la litigación de indemnizaciones en Estados Unidos quebró la tradición de beneficios multimillonarios en Lloyd's.

A partir de 1988 sólo se han sumado pérdidas. El ejercicio que se cerrará en junio, el correspondiente a 1990, incrementará las mismas en más de 520.000 millones de pesetas, según estimaciones de la sociedad. Y 1991 no será mucho mejor: habrá nuevas pérdidas, por una cantidad estimada en unos 180.000 millones de pesetas. Los números rojos acumulados superarán el billón de pesetas y Lloyd's bordeará peligrosamente la insolvencia, si no consigue nuevos inversores dispuestos a aportar grandes sumas de dinero fresco.

Los nuevos socios deben ser multinacionales y fondos de inversión, según el plan presentado ayer por el presidente de la corporación, David Rowland. "La caída de Lloyd's sería una tragedia para el Reino Unido y para el sistema asegurador internacional", dijo Rowland, quien espera atraer nuevos inversores.