España se enfrenta a Irlanda del Norte en un ambiente muy frío
La primera preocupación del seleccionador español, Javier Clemente, y sus futbolistas era ayer la retransmisión del partido Irlanda-Dinamarca, que se disputa hoy en Dublín. La impresión es que ese partido será más trascendental para el equipo español que el duelo de esta noche ante Irlanda del Norte (21.30 horas, TVE 1). Nadie parece muy interesado en el encuentro del Villamarín. Hasta ayer, sólo se había vendido un millón de pesetas en entradas, de los 44 que hay en el cargo de taquilla.La selección llegó al mediodía a Sevilla, sin despertar expectación en una ciudad entregada a su feria. El romance de Sevilla con el equipo español terminó hace tiempo. En los dos últimos años no se ha llenado ninguno de los dos estadios sevillanos en los partidos de la selección. Este divorcio ha dejado un agujero en el arca de la federación que algunas fuentes cifran en 100 millones de pesetas. Esta noche, el Villamarín estará medio vacío, a pesar de la presencia de 3.000 escolares que asistirán gratis al partido. Aunque Ángel Villar ha asegurado que los próximos encuentros se jugarán en Sevilla, el debate sobre la ubicación del equipo español está abierto.
Irlanda del Norte parece que no preocupa a nadie. Clemente se mostró relajado en las vísperas del partido. Lo más noticioso de su rueda de prensa fue un comentario sobre la participación de Prosinecki en el reciente partido de homenaje a Ladislao Kubala. "Le comenté que sería benefícioso que participara como jugador del Madrid en un partido que se disputaba en Cataluña", declaró Clemente , que dirigió al combinado extranjero en aquel partido. Clemente negó que tuviera conocimiento de la prohibición que tenía Prosinecki para jugar en el homenaje.
El técnico mantuvo su postura confiada con respecto al encuentro contra Irlanda del Norte. En privado expresa su satisfacción por el ambiente que vive el grupo, un aspecto muy importante para un entrenador que vive tanto o más del plano psicológico que del táctico. A Clemente le gusta el equipo, aunque en los corrillos futbolísticos haya más dudas.
Clemente ha pedido a sus jugadores que actúen con más paciencia que en los últimos encuentros, donde la selección se ha movido con demasiada tensión. De su rivales recordó que vienen de la escuela británica, dato que significa un juego alto y largo, un ritmo alto y poco más. Irlanda del Norte acude a Sevilla como un equipo de tercera fila, en franca decadencia. Lejos quedan los tiempos del Mundial del 82 donde los futbolistas de Billy Bingham bebían cerveza, tomaban el sol, se divertían más allá de los horas prudentes y se reservaban la satisfacción de ganar a España en Valencia Tampoco eran unos artistas en aquella época, pero Whiteside, Mcllroy, Jimmy Nicholl y Hamilton eran muy superiores a la generación que llega a Sevilla, un grupo formado mayoritariamente por jugadores de la Segunda y Tercera divisiones de Inglaterra.
España: Zubizarreta; Ferrer, Alkorta, Giner; Aldana, Hierro, Ton¡; Guerrero y Begiristain; Claudio y Salinas. Irlanda del Norte: Writgh; Tagart, Donaghy, McDonald, Worthintong; Black, O'Neil, Hughes; Dowie, Quinn y Gray.
