Amusátegui augura un año "tremendo" y calcula que el paro llegará al 22%

El presidente del Banco Central Hispano (BCH), José María Amusátegui, pintó ayer un sombrío panorama para la economía. Calificó de "tremendo" el ejercicio, calculó que el paro se situará en una tasa del 22% (ahora es el 20,06%) y trasladó a finales de año cualquier atisbo de recuperación. En la junta general de accionistas, Amusátegui anunció que la plantilla del BCH se verá reducida en 4.000 personas en dos años y también el número de miembros del consejo de administración.

Amusátegui, en una rueda de prensa previa a la junta general, hizo un balance de la actual situación económica, resaltó que todos los indicadores son negativos, que la tendencia se mantendrá hasta la parte final del ejercicio, y que el principal perjudicado de este crisis será el empleo.El presidente del BCH culpó de gran parte de esta oscura situación a los altos tipos de interés que, "en contra de lo que pueda parecer, no favorece a la banca. Los altos tipos perjudican a las empresas, y la banca está interconectada con ellas, de tal manera que sus problemas nos repercuten inmediatamente". Ello explica, según José María Amusátegui, el incremento de la morosidad, "un fenómeno que se está mitigando en los primeros meses de este año".

El máximo responsable del Central Hispano manifestó que el adelanto de las elecciones es positivo, y abogó porque de los comicios del 6 de junio salga un Gobierno renovado y fuerte que estabilice la economía. No obstante, dejó claro que su entidad no defiende ningún tipo de opción política. Respecto a la financiación de los partidos, reiteró que aplicaran "criterios estrictamente profesionales" y que, "de momento, no hemos concedido ningún préstamo, aunque lo haremos sin duda".

La junta de ayer, la primera que preside en solitario José Maria Amusátegui, tuvo otro protagonista: Alfonso Escámez. Por primera vez en muchos años, Escámez presenció una reunión de accionistas desde la primera fila del público, en lugar de hacerlo desde la mesa presidencial.

Ya en su discurso, Amusátegui hizo un rápido balance de la fusión, "que estará a pleno funcionamiento el año próximo", y repasó los datos de 1992.

Durante 1992, los resultados del BCH descendieron un 20,3%, en tanto que los del grupo consolidado cayeron un 22,1%, hasta totalizar 57.250 millones de pesetas. El activo total del banco se situó en más de ocho billones de pesetas, y el número de sucursales alcanzó las 2.800, después del cierre de 700 tras la fusión del Central con el Hispano Americano. Al finalizar el primer trimestre de este año, los recursos generados aumentaron un 17% y los resultados de explotación crecieron un 7%. La junta aprobó un dividendo de 210 pesetas, el mismo que el año anterior. Además, los accionistas dieron el visto bueno a un conjunto. de medidas para proteger el banco de un posible intento de compra hostil.