González vaticina un periodo poselectoral de inestabilidad y con un Gobierno débil

El presidente del Gobierno, Felipe González, declaró ayer en Viena que la falta de entendimiento con la derecha, a diferencia de lo que sucede en otros países europeos, impide en España formar una gran coalición para gobernar. El presidente también admitió, en una charla informal con periodistas, que al PSOE le faltarán bastantes escaños para conseguir la mayoría absoluta y que, por tanto, en una época de incertidumbre internacional, el próximo Gobierno "será débil". Indirectamente, no descartó la posibilidad de nuevas elecciones en 1994. "Por definición, la legislatura no será ingobernable, y existen mecanismos constitucionales para evitarlo: la disolución, la moción de censura ... La Constitución prevé unas pocas salidas", añadió.

Respecto al caso Filesa, González aseguró que se había enterado a la vez que la prensa del apoyo brindado por el fiscal general del Estado, Eligio Hernández, a los recursos presentados ante el Tribunal Constitucional por los abogados del ex diputado Carlos Navarro, y de Luis Oliveró y Alberto Flores, en los que se solicita la anulación de las actuaciones judiciales del juez Marino Barbero.El presidente del Gobierno puso ayer a Austria como ejemplo de país en el que se puede formar una gran coalición (entre la socialdemocracia y el centro-derecha) para gobernar, pero descartó que esta fórmula pueda aplicarse en España porque "no existe un clima de entendimiento con la derecha, que representa además un cambio demasiado importante del rumbo histórico que nuestro país ha emprendido en los últimos años".

Ayer a mediodía, justo a mitad de su visita oficial a Viena, el jefe del Gobierno ofreció, acompañado por su anfitrión, el canciller socialdemócrata Franz Vranitzky, una larga conferencia de prensa. Hoy por la mañana iniciará su primer viaje oficial a Polonia.

Si en España parece harto complicado constituir una coalición entre las dos grandes formaciones políticas -PP y PSOE-, es más difícil aún con Izquierda Unida (IU), según ha comentado González en conversaciones informales durante su estancia en la capital austriaca. "Es prácticamente imposible", afirmó el presidente, "que me entienda con Julio Anguita", coordinador de IU. "Mucho tendría que cambiar yo para lograrlo, porque él no va a cambiar".

Pegas a los nacionalistas

Queda la opción de una alianza con los nacionalistas vascos o catalanes, a la que el actual presidente también pone pegas. En esas mismas conversaciones recordó que "una fuerza nacionalista quiere, antes de entrar en un Gobierno, saber cuánto va a recibir". "Tienen que cambiar su psicología". "Un ministro de Industria [nacionalista] no puede ser primero ministro para su región y después para todo el territorio [nacional]".

Al barajar esas opciones para formar coalición, González reconoció que le faltarán bastantes diputados para alcanzar la mayoría absoluta. "En las anteriores elecciones se discutía, por cuánto iba a ganar el PSOE; ahora se debate sobre quién va a ganar", recordó. "Por eso alguno ha comparado estas elecciones con el referéndum sobre la OTAN". En un acto de humildad, admitió que se había llegado a esta situación a causa de las equivocaciones del PSOE. "Nosotros hemos cometido más errores que aciertos la derecha", afirmó. "Los aciertos de la derecha son más bien escasos".

"Existe, por tanto", comentó el jefe del Ejecutivo en una charla con periodistas, "la posibilidad de que sea débil" el próximo Gobierno, y eso "es preocupante". "Los gobiernos débiles no son buenos en ninguna época, y menos en época de incertidumbre internacional".

González fue algo menos contundente que en otras ocasiones sobre la celebración de debates electorales. "Espero que sí", contestó, aunque "sería mejor que se lo pregunten a la Junta Electoral Central, que ya tiene algunos problemas para organizarlos". "Sería bueno alcanzar un compromiso entre los partidos del arco parlamentario". "Si no, se seguirá complicando la vida a la Junta, y aquéllos que, en el fondo, no quieren debates se saldrán con la suya". Después de las elecciones, a principios de 1994, el PSOE celebrará su 33º congreso. "No es conveniente ni necesario adelantarlo", dijo.

Preguntado por la autonomía del fiscal general del Estado, el jefe del Gobierno contestó: "Lo único que les puedo decir es que me he enterado al mismo tiempo que ustedes".

González advirtió, sin embargo, que los jueces debían ser tan respetuosos con la forma como con el fondo. "Me parece tan importante el respeto de los procedimientos como el esclarecimiento de los hechos". "Si no se respeta el procedimiento, muchas veces la conclusión será mentira". Con esto, añadió, "no hago la valoración de un caso concreto". "Mi preferencia es que se llegue hasta el fondo y que se aclare definitivamente" el caso Filesa, añadió González.