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Ugarte culmino su larga aventura

Día 6 de abril. Veinte horas y cuatro minutos. Tras 135 días de navegación, José Luis Ugarte cruzó ayer la meta de la regata Vendée Globe, la vuelta al mundo para navegantes solitarios sin escalas. El Euskadi, Europa 93-BBK, con la vela mayor hecha jirones, llegó 40 minutos más tarde al puerto de Les Sables d'Olonne, donde fue recibido por cientos de aficionados y por su familia. Ugarte, de 64 años, más delgado, acabó en sexto lugar. "He vivido varias guerras", dijo. "Recuerdo el sufrimiento y la escasez, pero en esta regata lo he pasado peor".

Edith Loftus, la esposa de Ugarte, fue la primera persona en subir a bordo del velero, nada más arribar al :puerto desde donde partió la vuelta alrededor del mundo el pasado 22 de noviembre. "Tienes que engordar un poquito", exclamó al ver a su marido con 10 kilos menos. "En una semana en casa te pones bien otra vez".El veterano navegante, el de más edad en una competición dominada por treinteañeros, estaba radiante. Con un sonrisa de oreja a oreja y perfectamente afeitado, con la cabeza cubierta por una gorra de lana, Ugarte rompió los cuatro meses y medio de soledad con los abrazos de su mujer, sus tres hijas y los dos nietos de la familia. El ritual de la llegada se cumplió con todos los detalles. Hubo saludos para los amigos, para los patrocinadores y en la misma cubierta del velero Ugarte y su familia culminaron la fiesta con champaña.

Ugarte subió a la tribuna preparada por la organización para saludar al público como si nada hubiera pasado en las últimas semanas. "Recordaré toda mi vida este recibimiento, que creo no merecer". El patrón quiso restar importancia a su edad. "Todo depende de la forma de ser. Por favor piensen que soy más joven. No abusen de que tengo ya 64 años", bromeó.

La primera pregunta fue si estaba dispuesto a repetir la aventura. Ugarte y su esposa contestaron al unísono: "No, definitivamente no". El patrón recordó que había prometido a su mujer no embarcarse nunca más en regatas oceánicas ensolitario. "Pero sobre todo no puedo repetir porque es un palizón. Una regata como ésta -subrayó- es inhumana". "No entiendo como Alain Gautier ha podido repetirla"

En medio de la alegría de la llegada, Ugarte tuvo unas palabras de recuerdo para los dos navegantes que han fallecido en la Vendée Globe: el norteamericano Mike Plant y el británico Nigel Burgess. "Son dos buenos amigos que echaré de menos toda mi vida. Ugarte reconoció que los problemas han superado las previsiones que hizo antes de partir. Pensaba que era una regata normal. Al final he contabilizado 18 temporales, vientos de más de 50 nudos en muchas ocasiones de proa, averías gravísimas y largas encalmadas que me han destrozado psicológicamente", señaló.

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