Shell negocia su entrada en CLH, antigua Campsa, para compensar bienes expropiados

La multinacional petrolífera Shell negocia con Repsol la compra de una participación cercana al 10% de la Corporación Logística de Hidrocarburos (CLH), antigua Campsa, así como de un número indeterminado de estaciones de servicio. A cambio de su entrada en la empresa logística española, Shell está dispuesta a vender a Repsol estaciones de su propiedad en países comunitarios. La consecución de un acuerdo, pondría fin al contencioso que Shell mantiene con el Estado español, al que esa empresa ha reclamado la devolución o, en su defecto, la indemnización de los bienes de los que fue expropiada cuando se creó el monopolio de petróleos en 1927.

Shell se convertiría, con el 10% de CLH, en el tercer accionista de la empresa, por encima de BP Oil España -uno de los socios tradicionales de Campsa con su antiguo nombre, Petromed- y por detrás de Repsol, que quedaría con alrededor del 55% tras vender ese 10%, y CEPSA (25%). La incorporación a CLH tiene una importancia básica para la multinacional holandesa, ya que le permitiría disfrutar de los privilegios que tienen los accionistas de la compañía en la red logística, además de poder aumentar su presencia en la red de gasolineras.Estas negociaciones entre Repsol y Shell, confirmadas por fuentes de la Administración, han sido el resultado de una historia industrial que comenzó al final del pasado año, pero que se remonta al año 1927, cuando el Gobierno español presidido por Miguel Primo de Rivera decidió crear un monopolio de petróleos y expropiar a las empresas que tenían activos (plantas de almacenaje y gasolineras, básicamente) y que eran Shell, Standard Oil y Petróleos de Porto Pi. A final de 1992, Shell, a la vista de que el monopolio español quedaba liquidado, anunció al Gobierno que pediría la devolución de los bienes expropiados "ya que las razones por las que la empresa fue expropiada habían dejado de existir al desaparecer el monopolio". En enero pasado, concretó la amenaza con el envío de una carta al Consejo de Ministros en la que no sólo solicitaba los bienes expropiados en 1927, sino que subrayaba su intención de acudir a los tribunales.

Cesión de acciones

Repsol, que ya había mantenido contactos con Shell para sondear el intercambio de activos, apareció en escena tras el envío de la carta. La empresa estatal, controlada por el Ministerio de Industria, asumió como propia la responsabilidad del Gobierno y formalizó negociaciones con Shell para encontrar una solución pactada. Ante la imposibilidad de devolver los activos que fueron de Shell, se planteó la venta de acciones de la empresa logística, además de gasolineras. CEPSA y BP Oil, los dos socios de Repsol en CLH, se desentendieron desde el primer momento de la reclamación de Shell y subrayaron que ellos no estaban dispuestos a ceder acciones por las que habían hecho un importante desembolso. Al tiempo, tal como han confirmado fuentes de estas empresas, aseguraron que rechazaban el derecho de tanteo acordado entre los socios en el caso de que uno de ellos decida vender.Shell y Repsol, ya en solitario, pactaron una operación en la que ambas salieran compensadas, de manera que la multinacional no lleve a efecto su amenaza de acudir a los tribunales. Repsol, por su parte, podría contar con gasolineras en países de Europa central, principalmente Holanda. Las negociaciones, en la actualidad, están abiertas, aunque no se esperan. acontecimientos rápidos, según las fuentes consultadas.