Sebastiano Baggio, cardenal camarlengo
El cardenal Sebastiano Baggio, camarlengo de la Iglesia católica, falleció ayer, domingo, en Roma, a los 80 años de edad, de una crisis cardiaca, según anunció el Vaticano. Desde hace una semana se encontraba hospitalizado en el policlínico Agostino Gemelli.Baggio nació en Rosá, una pequeña localidad entre Mantua y Padua en el norte de Italia, el 16 de mayo de 1913. Ingresó en el seminario de Vizenza y de allí se trasladó a Roma, cursando estudios de derecho canónico. A los 22 años se ordenó sacerdote y pasó a formar parte de los servicios diplomáticos del Vaticano. Tras una estancia en Viena volvió a Roma, donde realizó estudios de paleontología, archivos y bibliotecas y diplomacia en la Academia Eclesiástica Pontificia.
De 1938 a 1946 fue asignado sucesivamente a las nunciaturas de El Salvador, Bolivia y Venezuela. De allí volvió a Roma, destinado a la Secretaría de Estado. En 1953 fue nombrado arzobispo, y pasó los 16 años siguientes en puestos diplomáticos, como nuncio en Chile, como delegado apostólico en Canadá y como nuncio en Brasil. De vuelta a Roma, una vez más, fue elevado a la púrpura cardenalicia por Pablo VI el 28 de abril de 1969. En 1973 fue nombrado prefecto de la más importante de las congregaciones romanas, la de los obispos, puesto que ejerció hasta 1984.
Considerado como moderado y con una gran influencia en la curia, su nombre sonó insistentemente como uno de los posibles sucesores de Pablo VI.
En abril de 1985, el papa Juan Pablo 11 le nombró cardenal camarlengo; es decir, el que se encarga de certificar la muerte del Papa, quien convoca a los cardenales al cónclave y, durante el periodo en que la sede de Roma está vacante mientras se realiza la elección, el que administra la Iglesia.
Tras su fallecimiento, el sacro colegio está compuesto por 152 cardenales, de los que 42 han perdido el derecho a elegir al jefe de la Iglesia por haber cumplido los 80 años.-
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