El Banco de España advierte a bancos y cajas que el aumento de sus gastos es "muy grave"

El subgobernador del Banco de España, Miguel Martín, encendió ayer todas las señales de alarma en el sector bancario y sugirió a bancos y cajas de ahorros que deben tomar medidas de carácter urgente para contener el crecimiento de sus gastos de explotación. Martín aseguró que la actividad económica continuará deprimida en 1993 y que, en consecuencia, la morosidad bancaria -situada ya en un preocupante 6,7%- seguirá creciendo. El subgobernador constató este dramático panorama con los datos correspondientes a la actividad bancaria en 1992, en el que los beneficios del sector cayeron un 12,3% sobre 1991. Sus críticas fueron dirgidas tanto a bancos como a cajas, aunque destacó que la situación es más favorable a éstas "por el mejor hacer de sus gestores".

"La velocidad de caída de los márgenes de explotación es una señal de alarma que no debe pasar inadvertida, sobre todo para la banca", subrayó Miguel Martín ante un auditorio repleto de financieros en la clausura de las jornadas La banca y las cajas de ahorros en el 93 organizadas por el diario económico Cinco Días. Según su análisis, la señal de alarma "es todavía más grande si se tiene en cuenta que el nivel de beneficios extraordinarios o atípicos [conseguidos al margen del negocio puramente bancario] ya no es mantenible y que los gastos de explotación son muy elevados". Martín calificó esta circunstancia de "muy grave".Los factores que más han influido en la caída general son, según Martín, el aumento de la morosidad "hasta los niveles más altos de la historia" y el crecimiento "explosivo" de los fondos de inversión mobiliaria. La morosidad se verá agravada este año por la recesión de la economía, dijo el subgobernador, que advirtió que los bancos y las cajas no percibirán los signos de reactivación hasta seis o nueve meses después de producirse. "En definitiva, 1993 será un año dificil, pero los buenos gestores se demuestran en tiempos dificiles", recalcó.

Según los datos facilitados, la caída de los beneficios en un 12,3% "es la más alta en muchos años". Este porcentaje no es igual para todos los subsectores, ya que mientras los beneficios de la banca cayeron un 20,6% (un 18,5%, los cinco grandes y un 43,1% la banca extranjera), los de las cajas crecieron un 5,5%, y los de las cooperativas de crédito un 8, 1 %.

Martín aplaudió el aumento de las comisiones por servicios a clientes, pero se lamentó de que los gastos de explotación crecen más que la actividad total (un 11,8% en cajas y un 7,8% en bancos). Calificó de "dramática" la diferencia entre el margen de explotación entre bancos y cajas, ya que los bancos perdieron un 8% mientras las cajas ganaron un 22%. Ante ello, Martín no dudó en alabar la buena gestión de las cajas frente a los bancos.

Saneamiento

Cajas y bancos han dedicado "un esfuerzo extraordinario" a saneamiento para cubrir las insolvencias (un 40% sobre el margen de explotación en las cajas y un 42% en los bancos), lo que denota la alta morosidad, cuyo índice refleja los créditos que se retrasan tres meses o más sobre su vencimiento.

A juicio de Martín, esta alta dotación para insolvencias hubiera deprimido los beneficios, pero no ha ocurrido así por los resultados atípicos al negocio bancario. Los bancos obtuvieron en atípicos 105.000 millones, lo que supone un 14% del margen de explotación y nada menos que el 32,6% de la cantidad dedicada a saneamiento. En las cajas fueron 88.000 millones, un 20% del margen y un 37% del saneamiento. En este capítulo, Martín advirtió que a las entidades les queda poco que vender y, por tanto, tienen menos posibilidades de hacer atípicos.

Los únicos datos alentadores que recibieron los asistentes no servirán para paliar suficientemente la crisis. Martín recordó que con la supresión del coeficiente obligatorio, las entidades podrán liberar 800.000 millones de pesetas. Asimismo, los bancos dejarán de pagar 20.000 millones al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD),y al aplicarse la nueva regulación sobre Recursos Propios, podrán aumentar sus recursos en 41.000 millones, cantidad que se eleva a 120.000 en las cajas.

[El BBV informó ayer que en febrero se mantuvo la desacelaración en la demanda del crédito y continuó la fase recesiva de la economía].