Juan Guerra y 'La máquina de la verdad'

Verán, yo no estoy ni a favor ni en contra de las personas a las que me referiré a continuación. Soy una estudiante del último año de la carrera de Psicología, y como la mayoría de mis compañeros estoy más o menos familiarizada con las técnicas de registro de señales fisiológicas y los conceptos de validez y fiabilidad de una medición.El jueves 25 de febrero tuve ocasión de ver una parte del programa de Tele 5 La máquina de la verdad, en el que se anunciaba don Juan Guerra que no decía la verdad al responder a una pregunta relacionada con el uso indebido del despacho que tenía en la Junta de Andalucía.

Si todo el razonamiento se basa en la alteración de unas erróneamente consideradas constantes fisiológicas ante la verdad (ya puestos, ¿qué es la verdad?), permítanme decirles que se comete una grave_falta.

Cualquiera que conozca el funcionamiento de un polígrafo sabe que cualquier hecho significativo, relevante, en la vida de una persona alterará dichas constantes fisiológicas, y no el que este hecho sea verdad o mentira. Si una persona se sabe controlar lo bastante, puede decir lo que quiera -verdad o mentira- sin alterarse.

Lo triste es que hay muchas personas en este país que, al no conocer la base del funciona miento de este útil instrumento de medida -que en el citado programa se trivializa-, creerán con fe ciega en los resultados (le cuestionable fiabilidad (agrade cida estoy a los profesores que me enseñaron qué significa) sobre temas tratados sensacionalista e irresponsablemente. Creo que no estaría de más que, desde un medio de comunicación de igual difusión y de audiencia de la misma calidad de la que goza Tele 5 se tuviese el honrado detalle de explicar cómo funciona esta "máquina" y se diferenciase entre técnicas de medición adecuadas y fiables y técnicas para captar audiencia a costa de algunos principios que no se pueden olvidar-