Sainz abandona el Rally de Portugal al sufrir un accidente por su inadaptación a su nuevo coche

Carlos Sainz (Lancia) se vio forzado ayer a abandonar el Rally de Portugal, la tercera prueba del Campeonato del Mundo, al sufrir un espectacular accidente en el segundo tramo de la etapa. La falta de adaptación, por ahora, del campeón del mundo a su nuevo coche fue la causa de su salida de la calzada, ocurrida cuando circulaba a más de 150 kilómetros hora. La retirada de Sainz, que era el tercero, deja la carrera en manos de los pilotos de Ford. El francés Franlois Delecour, el líder, y el italiano Massimo Biasion, a 34 segundos, se juegan hoy el triunfo en la última jornada.

Sucedió de repente, de manera inesperada, a las 9.10 de la mañana. Por la curva izquierda-derecha en mitad del tramo de Montim apareció el líder, Delecour. Dos minutos más tarde, su compañero Biasion. Faltaban dos minutos para que llegara el turno de Sairiz, pero pasaron los interminables 120 segundos y el Lancia Delta número 1 no apareció. Los espectadores empezaron a correr en dirección a una nube de polvo. El campeón del mundo acababa de volcar, de dejarse medio coche en una aparatosa sucesión de volteretas. Allí terminaba su participación en el Rally de Portugal, su segunda prueba del año y la segunda en que no ha podido sumar un solo punto.

Magulladuras tan sólo

Sainz tardó unos instantes en salir de su vehículo. Sabía que todo había acabado y que, a diferencia de otras ocasiones, no podía ponerlo de nuevo en ruta. Enseguida lo comprobó. La rueda delantera izquierda estaba arrancada de cuajo. Del deplorable estado de su Lancia se deducía que el golpe había sido fuerte, muy fuerte. Una vez más, los sistemas de seguridad habían salvado a un piloto y un copiloto de rallies. Sainz sólo sufrió magulladuras en el cuello; Luis Moya, unos rasguños en una mano. El daño era sobre todo moral y el impacto más duro fue el que se llevaron sus aspiraciones de intentar revalidar el título mundial.Durante unos minutos Sainz estuvo como ausente. Ni siquiera se quitó el casco. La rabia se dibujaba en su cara mientras Moya todavía tenía la serenidad de apartar al público de la pista para evitar incidentes mayores. El helicóptero del equipo Repsol-Lancia ya estaba en el aire para recogerlos.

Cuando empezó a reaccionar, Sainz respondió a las múltiples preguntas que recibía: "Estoy bien, estoy bien. Ha sido un zig zag en una curva rápida, de quinta a fondo [a más de 150 kilómetros por hora] y nos hemos salido. Ha sido un golpe bastante fuerte. No nos lo esperábamos porque tampoco íbamos arriesgándonos".

Los pocos kilómetros que el madrileño lleva con el Lancia, su poca adaptación a la dirección desmultiplicada de su nuevo coche, muy diferente a la del Toyota anterior, fueron la causa del accidente. "En ese tipo de curvas hay que tener mucha sensación en el volante. Es un problema que conocíamos y al que tengo que acostumbrarme", explicó.

Cuando el helicóptero aterrizó, Sainz se reunió con su jefe de equipo para explicarle lo que había ocurrido e inmediatamente el aparato, con ambos a bordo, se alejó de la zona. Mientras tanto, Moya se quedó al cuidado del vehículo hasta que un mecánico fuera a relevarle. Aun destrozada, una máquina de rallies es valiosa.

Con Sainz fuera de ella, la competición se convirtió en un paseo para los Ford.

CLASIFICACIÓN

1. Delecour (Ford), 4h 15m 02s. 2. Biasion (Ford), a 34 segundos. 3. Aghini (Lancia), a 1m 53s.