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Izquierda Unida reclamará el apoyo de los votantes del PSOE con la promesa de realizar el "cambio pendiente"

Javier Rivas

De lo que pudo haber sido y no fue Izquierda Unida (IU) pedirá directamente el voto en las próximas elecciones a los ciudadanos que hasta ahora han respaldado al PSOE, con el argumento de que la coalición puede hacer real el cambio que los votantes apoyaron en 1982 y que, según Izquierda Unida, aún está pendiente. "Tú le enseñas ahora. el programa electoral socialista de¡ 82 a un dirigente del PSOE y tiembla", ironiza un miembro de la presidencia de IU. "Hay que reivindicar el discurso del cambio, decirle a la gente que no se resigne", añade.

"No sé cuando volverá este pueblo a tener la ilusión del 82", ha declarado a este periódico Julio Anguita, coordinador general de IU, para acusar a renglón seguido al presidente del Gobierno, Felipe González, de haber "derrochado todos aquellos talentos". La coalición va a insistir en que los socialistas y todos los ciudadanos que votaron por el cambio se han quedado huérfanos de otro referente político.Izquierda Unida ha girado notablemente en este sentido, pues hace meses su tesis electoral central era buscar el voto, aparte, lógicamente, de en los apoyos propios, en la abstención y entre los jóvenes que votan por vez primera. La apelación directa -junto a los ya citados- al sector social que hasta ahora ha votado al PSOE era una tesis de la minoría de la coalición que ahora ha sido asumida por el sector mayoritario. Con todo, dirigentes de Nueva Izquierda, la corriente renovadora y minoritaria de IU, creen que la estrategia electoral de la coalición sigue basculando excesivamente hacia la abstención y hacia su componente comunista.

Félix Martínez de la Cruz, principal responsable de IU en cuestiones electorales, destaca que la regeneración, "como cambio del dinosaurio degenerado", será una de las principales ideas de la campaña de la coalición para los comicios.

Anguita considera que ahora es cuando la coalición "debe forzar la máquina" para no perder. lo que ya ha ganado en apoyo social "porque después no puede ser". Anguita recalca que no depende más que de Izquierda Unida y de su trabajo un crecimiento superior al que refleja la última encuesta del CIS, que coloca a la coalición como tercera fuerza política nacional, con 28 escaños -11 más de los que posee actualmente-.

"Un bombazo"

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Entre los dirigentes de la formación izquierdista se ha recibido con interés la propuesta lanzada el pasado día 17 en un mitin cerca de Tours por el ex primer ministro socialista francés Michel Rocard. El aspirante a la sucesión de François Mitterrand en la presidencia del país vecino pidió una ruptura, un big bang de la izquierda que suponga la creación de un amplio movimiento transformador en el que se disuelva el partido socialista francés.

"Nosotros somos parte desde el 86 de ese big bang, que a quien golpea es a la dirección del PSOE. Sacado de su contexto electoral, muchos conceptos de lo que dice Rocard están no sólo en el discurso de Anguita, sino en el de Izquierda Unida en general", opina Carlos Carnero, coordinador de política internacional de la coalición. "Nosotros somos rocardianos en el sentido político del discurso", añade.

"Lo que le falta a Rocard es el programa; tiene la música, que suena bien y no desentona, pero le falta la letra, el programa", apostilla Félix Martínez de la Cruz. De ahí que IU insista en elaborar su proyecto de alternativa y en instar a los movimientos sociales a que intervengan activamente en la gestación del programa electoral.

"Rocard ha hecho buena la idea de que el muro de Berlín se ha caído para todos", indica Anguita, para quien lo dicho por el dirigente francés "ha sido un bombazo, un revulsivo".

Aunque la opinión no es unánime: algún diputado de la coalición comentaba estos días que "el discurso de Rocard no es IU precisamente, sino un movimiento de progresistas en el que podría estar el 80% del espacio político español".

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Sobre la firma

Javier Rivas
Forma parte del equipo de Opinión, tras ser Redactor Jefe de la Unidad de Edición y responsable de Cierre. Ha desarrollado toda su carrera profesional en EL PAÍS, donde ha trabajado en las secciones de Nacional y Mesa de Cierre y en las delegaciones de Andalucía y País Vasco.

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