La Guardia Civil carece de pistas del presunto asesino de las niñas de Alcàsser

La Guardia Civil carece de pistas sobre el paradero de Antonio Anglés, uno de los presuntos asesinos de las tres niñas de Alcàsser, aunque hay indicios que hacen pensar que el fugitivo ha escapado hacia Andalucía. Anglés fue descubierto por última vez hace dos semanas en Minglanilla (Cuenca), donde robó a un industrial una Citroën C-15, que abandonó a los siete kilómetros.

Medios relacionados con el caso sospechan que el supuesto criminal escapó de Minglanilla escondido en la caja de uno de los muchos camiones que transitan a diario por la carretera nacional Madrid-Valencia. El 80% de los vehículos que circulan en dirección a Madrid tienen como destino esta capital, mientras que los restantes tienen como punto final Córdoba o Murcia.La policía tiene el convencimiento de que Anglés no se encuentra en Madrid, por dos razones: porque no cuenta con amigos en esta ciudad y porque entre los círculos de la delincuencia local hay un sentimiento de odio hacia este individuo, tanto que algunos han llegado a comentar que no dudarán en delatarle.

Después de robar una furgoneta en Minglanilla, Anglés no ha vuelto a cometer un error semejante, al darse cuenta de que con ello va dejando pistas de su paradero. Se sabe que lleva consigo una buena suma de dinero, ya que a comienzos de su huida intentó adquirir un automóvil en Vilamarxant (Valencia), a cuyo propietario "le mostró un fajo de billetes".

El presunto autor de la violación y asesinato de Mirian, Antonia y Desirée está siendo buscado desde que el pasado 27 de enero fueron hallados los cadáveres de las tres niñas en la partida de La Romana, cerca de la localidad valenciana de Catadau.

Miguel Ricart, el otro individuo al que se implica en los hechos, ha reconocido en sus últimas declaraciones que abusó sexualmente de una de las niñas, pero asegura que quien las mató fue su amigo Antonio Anglés.

Por otra parte, Mauricio Anglés, de 15 años, hermano del presunto asesino de las niñas de Alcàsser, fue detenido la semana pasada, acusado de estar implicado en el robo de 15.000 pesetas en la iglesia de Nuestra Señora de los Angeles, de Albal. El menor fue puesto a disposición judicial, que le dejó en libertad bajo custodia de su madre, Neusa Martíns, aunque actualmente está en paradero desconocido, según fuentes de la Guardia Civil. Hay sospechas de que el joven tiene presuntamente relación con los atracos a entidades bancarias cometidos entre marzo del año pasado y enero del presente por Antonio Anglés y Miguel Ricart, aunque los indicios no han sido confirmados.

El Mauri, como le conoce su familia, declaró que se encontró en un descampado las armas incautadas a su hermano Roberto, que hace tres semanas fue juzgado en Valencia por tenencia ilícita de armas. Con su testimonio pretendía exculpar a Roberto del delito que se le imputaba.