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La federación inicia una profunda renovación en el fútbol español

La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) inicia hoy el camino para una profunda renovación de dicho deporte. La junta directiva del organismo que preside Ángel María Villar se reúne hoy en Madrid con una agenda cargada de te mas. El objetivo de la federación es reducir la plantilla de árbitros de Primera División, que pasarían a gozar de un estatuto semiprofesional. La transformación del sistema de competición de la Copa y la reforma de la Segunda División B son los otros grandes puntos del orden del día.

La federación pretende reducir hasta una veintena la actual plantilla de árbitros de Primera División, 33 en total. El objetivo final es lograr la semiprofesionalización de los colegiados. Los jueces de la máxima categoría verían aumentados sus ingresos a cambio de una mayor dedicación. El proyecto inicial fija unos dos millones anuales para cada colegiado, además de unas 170.000 pesetas por partido.Cualquier cambio en el estamento arbitral pasa, necesariamente, por la sustitución del actual presidente del comité nacional, Pedro Sánchez Sanz. La federación considera que es preciso una persona distinta para poner en marcha el proceso de conversión. El ex internacional Victoriano Sánchez Arminio es el favorito para el cargo, aunque la candidatura de Emilio Soriano Aladrén no está descartada. De confirmarse el nombramiento de Sánchez Arminio, Soriano Aladrén ocuparía una vicepresidencia junto a lldefonso Urízar Azpitarte.

El nuevo estatuto arbitral contempla una mayor rigidez en los controles y revisiones médicas, un programa continuado y exhaustivo de cursos de actualización y de reuniones para unificar criterios. La federación tiene previsto enviar a los árbitros el borrador del proyecto para que éstos puedan proponer las modificaciones precisas hasta alcanzar el consenso necesario.

La Copa del Rey también será objeto de modificaciones. La idea es reducir el número de clubes participantes e iniciar los enfrentamientos a mediados de agosto con los equipos de Tercera División y Segunda B. Las eliminatorias se decidirán a partido único en el campo del equipo más débil hasta los dieciseisavos de final. A partir de ahí se volverá al sistema de doble partido, con valor doble de los goles en campo contrario en caso de empate.

Una de las innovaciones más importantes será la fijación de cabezas de serie, lo que impedirá que los mejores equipos puedan enfrentantarse entre sí en las primeras rondas.

La Segunda B también será objeto de modificaciones. La idea de la federación es crear dos grupos de 16 o 20 equipos, como máximo, para una categoría que en estos momentos considera inviable económicamente. Una comisión presidida se hará cargo del proyecto. La federación es consciente de que será un cambio difícil que puede encontrar oposición en el sindicato de futbolistas, la AFE. La conversión impondrá más rigidez para la adecuación de instalaciones a la ley.

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