Solana cree que Guerra no consideró importante faltar a una reunión socialista

El ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, se muestra sorprendido por la importancia que han dado sus propios compañeros de partido a la ausencia del vicesecretario general, Alfonso Guerra, en la reunión del grupo parlamentario con el presidente del Gobierno, Felipe González, celebrada la pasada semana. "Creo que Alfonso Guerra nunca pensó que su ausencia fuera a tener tanta relevancia, además, es muy difícil hallar un acto parlamentario en que hayan estado los dos juntos", según manifestó Javier Solana a la agencia Europa Press.

Solana considera que "no es razonable que una comparecencia del presidente del Gobierno ante el Grupo Socialista quede eclipsada por el hecho de si va o no va Alfonso Guerra". 'Lo importante", remachó, "es el debate y no las cuestiones anecdóticas".

Javier Solana, en línea con las declaraciones de otros políticos socialistas durante este fin de semana, propone un "gran acuerdo social" tanto en materia económica como en materia social. "Con ese gran pacto social podremos resolver los problemas de nuestra economía de la manera menos dolorosa", explicó. El ministro afirmó que todo el esfuerzo del Gobierno se pondrá en resolver el problema del paro.

El ministro de Asuntos Exteriores afirma que el secretario general del partido socialista, Felipe González, actúa por "necesidades objetivas". "Si el partido fuera inteligente, y yo creo que lo es, tendría que poner sus relaciones con la sociedad muy por encima de sus relaciones consigo mismo", aclaró Javier Solana.

Perplejidad

El titular de Asuntos Exteriores reconoce que su partido reaccionó con "perplejidad" ante las acusaciones de corrupción. "En un principio hubo una cierta perplejidad, que ha podido ser paralizante, pero creo que ahora el partido está reaccionando con gran energía y lanzará mensajes claros sobre la transparencia de la vida pública, y en esto no nos va a ganar nadie", indicó Solana. "Se trata de mantener un tono medio alto, con un partido que llegue a la sociedad, que tenga un discurso claro y se defienda con convicción".El ministro se muestra convencido de que la sociedad española es de "centro izquierda" pero prefiere no opinar sobre posibles coaliciones tras las elecciones: "Soy partidario de no pactar, si no es necesario, y de gobernar en solitario con nuestro programa".

Solana dice que las relaciones con la Iglesia han sido "buenas" desde 1982. 'Las últimas decisiones de la Conferencia Episcopal contribuirán a resolver malentendidos. Conozco a monseñor Elías Yanes de la comisión de enseñanza y creo que las cosas pueden discurrir de manera positiva, para bien de todos".