_
_
_
_

Un estudio científico demuestra que la tarea de los jueces de línea es imposible de cumplir

Carlos Arribas

Un juez de línea, como cualquier persona normal, no puede tener la vista en dos sitios a la vez. No puede controlar al mismo tiempo al jugador que da un pase y la situación del delantero que lo recibe. Si por alguna razón lo consiguiera, no tendría la velocidad de reacción suficiente para cumplir con su principal cometido en un partido, señalar los fuera de juego. Según un estudio del Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV), la tarea encomendada por el reglamento a los linieres es "imposible de cumplir dentro de las capacidades humanas". El éxito de la táctica del fuera de juego, clave en los esquemas científicos de los entrenadores, depende de un elemento aleatorio. La solución vendría con una humanización de la norma o con la tecnología.

Más información
Trucos del oficio

"La función de un linier dentro de un partido [señalar los fuera de juego y banda, y vigilar las espaldas del árbitro, principalmente es muy limitada", señalaba recientemente Sepp Blatter, secretario general de la Federación Intemacional de Fútbol Asociación (FIFA).La función actual puede ser limitada, pero además es imposible. Así piensa Sergi Albert Jiménez, juez de línea internacional. "Lo he vivido en mis propias carnes. No se puede estar en dos sitios a la vez. Tenemos que fiamos de nuestra intuición y experiencia".

Ni siquiera viéndola por televisión se puede asegurar si en una determinada jugada ha habido fuera de juego. "Tanto el ojo humano como la cámara convencional de vídeo tienen limitada la frecuencia de muestreo a 24 imágenes por segundo", señala el estudio del IBV, efectuado por Kostas Gianikelis. "No puede saberse con seguridad si el balón se ha movido antes que el jugador o viceversa, dado que en el intervalo transcurrido entre que el juez de línea aprecia el pase y levanta su banderín, el balón ha recorrido una distancia superior a los 70 centímetros (perímetro del balón) indicados en el reglamento y el atacante ha superado la línea con el defensor".

La velocidad de reacción del linier es siempre inferior a la del balón y los jugadores. A esta conclusión llega el estudio después de plantear una situación límite: el balón se desplaza a una velocidad relativamente lenta -unos cinco metros por segundo- y ja velocidad del atacante que va a recibir el balón es de aproximadamente seis metros por segundo. En esas condiciones es muy probable que el juez levante el banderín equivocadamente si el atacante está en la misma línea que el defensor dado que el tiempo de. reacción del linier, en el mejor de los casos, Podría aproximarse a 15 o 20 centésimas de segundo. En ese lapso el balón habría recorrido entre 75 centímetros y un metro, mientras que el atacante habría avanzado al menos metro y medio.

La FIFA ha efectuado un estudio que señala que los jueces de línea se equivocan en el 25% de los fuera de juego que marcan. Los dirigentes del organismo consideran aceptable ese porcentaje. No creen paradójico imponer una norma que no se puede medir. "El fútbol es un juego. Si no existieran los errores humanos, el fútbol no existiría",, indica Miguel Galán, jefe de competiciones de la organización que guía el fútbol mundial.

Soluciones

El estudio del IBV propone dos soluciones. Una es una ayuda tecnológica para el árbitro: "El único modo de apreciar estas mínimas diferencias es emplear técnicas de fotogrametría basadas en cámaras de alta velocidad (de hasta 500 imágenes por segundo)".Vicente Acevedo, del Comité Nacional de Árbitros, se muestra escéptico al respecto: "Probablemente los linieres se equivocan en más del 50% de las ocasiones, pero una ayuda tecnológica traería más problemas".

El linier Albert Jiménez, sin embargo, cree que "un cuarto árbitro situado delante de un monitor y comunicado por radio con el juez principal podría indicarle cuándo hay un fuera de juego". Esta solución también tiene pegas para Acevedo: "En caso de duda o de jugada interpretable, ¿qué criterio se impondría, el del árbitro del campo o el del otro?".

La otra salida es humanizar el reglamento. "Se podría adaptar la norma al tiempo de reacción de los linieres", señala el análisis del IBV.

Una forma de hacerlo sería volver a la antigua ley que marcaba fuera de juego si el atacante está en línea con el defensa. La FIFA no lo cree positivo. "Por la experiencia que tenemos, antes se cometía el mismo número de errores", apunta Galán.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_