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Masiva protesta de los trabajadores de las acerías del Ruhr

Miles de trabajadores de las acerías de la cuenca del Ruhr se manifestaron ayer por la tarde en Dormundt y en Duisburg, en una acción bautizada como la noche de los mil fuegos contra la planeada reducción de más de 40.000 puestos de trabajo en el sector. Los trabajadores tenían previsto realizar una marcha con antorchas que debía durar toda la noche y cortar la B-1, la arteria principal de esta zona, la más tradicional de la industria pesada alemana. En 1961, el carbón y el acero empleaban al 33% de la población del Ruhr, una proporción que se ha reducido actualmente al 10%.

La IG Metall, el poderoso sindicato del metal con más, de cuatro millones de afiliados, ha convocado una gran manifestación en Bonn el próximo 26 de marzo contra la reducción de plantillas. Tras el fracaso de las negociaciones en la industria del metal en Sajonia, donde la patronal pretendía renegociar el convenio firmado en 1991, por el que los trabajadores de la ex RDA debían igualar sus salarios con los de Occidente en 1994, la IG Metall ha anunciado huelgas y manifestaciones. Pero bajo la protesta de ayer subyace también un problema interno del sindicato; en último término lo que está en juego es si cierra la acería Krupp de Reinhausen, en Duisburg, o la Hoetsch en Dormundt.

Kohl rechaza una conferencia

El canciller Helmut Kohl, por su parte, ha rechazado la idea de realizar una conferencia nacional sobre la crisis del acero, argumentando que se trata de "un problema de economía y política regional". El ministro de Economía, el liberal Günter Rexrodt, se ha pronunciado en el mismo sentido. En 1992 la producción de acero se redujo de 39 a 36 millones de toneladas y este año están previstos los primeros 12.000 despidos.Franz Steinküller, presidente de la IG Metall, ha pedido a la Comisión Europea que imponga cuotas de producción para frenar la caída de los precios. Para Steinküller, "el reordenamiento de la industria europea del acero, no debe hacerse únicamente en el interés de las grandes empresas, ni tampoco puede dejarse en manos de un dudoso cartel corporativista".

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