Bosnia

Tanto hablar de Europa, y nos olvidamos de Bosnia. También es Europa.Hoy día, una guerra brutal no puede ser considerada un conflicto interior. Tanto quejarnos de nacionalismos estúpidos (no pueden ser otra cosa), y es una frontera estúpida, como todas, la que nos impide actuar en beneficio de la dignidad humana, del ser humano, de lo que se supone consideramos principal. Hoy no pueden existir conflictos interiores, campos de concentración interiores, exterminios interiores. Lo que sucede allí es responsabilidad internacional, responsabilidad humana. Si oigo que violan a mi vecina, entraré en su casa para defenderla. Esto es lo que sucede.

Me da igual Israel, la doble moralidad de Estados Unidos, la inoperatividad de la ONU, los cientos de conflictos internacionales a resolver. La guerra de Bosnia ha de acabar. Hay que restablecer un orden básico. Otro Núremberg no resolverá nada.

Es el momento de iniciar un nuevo orden internacional, más lógico y progresista, donde las nacionalidades se supediten a las humanidades. El mundo es uno, la justicia ha de ser mundial. Una ONU más democrática y poderosa puede ser el juzgado. No ha de ser utopía.

El precio será caro, pero es el único camino a recorrer por la humanidad. Por lo pronto, el primer paso es entrar en una guerra. España, como vecina, primero. ¡Ya!-