El PP exige dimitir a sus altos cargos procesados por corrupción

Los 2.800 compromisarios del XI Congreso del PP recibieron ayer con aplausos el compromiso oficial del partido de exigir la inmediata dimisión de sus altos cargos cuando se vean inculpados en casos de corrupción. El secretario general del primer partido de la oposición, Francisco Álvarez Cascos, hizo este anuncio al aludir al presidente de Cantabria, Juan Hormaechea, quien continúa en su puesto pese a esta exigencia. En su jornada inaugural, los representantes del PP en el congreso respaldaron unánimemente en Madrid el giro hacia el centro de la actual dirección, en medio de un clima de unidad y entusiasmo en torno al liderazgo de José María Aznar.

Álvarez Cascos, que dedicó a la corrupción buena parte de su informe de gestión, acusó a Felipe González de no haberse enterado de lo que sucedía en España en sus 10 años de gobierno, pero no eludió los escándalos que han salpicado al PP.El secretario general del PP exigió que los cargos públicos abandonen sus "responsabilidades ejecutivas hasta la completa resolución de un trámite judicial". "Así lo reitero de nuevo, en nombre del comité ejecutivo nacional, ante el congreso", agregó, "como criterio orientador para todos los militantes del PP".

El informe de Álvarez Cascos fue rubricado por 40 segundos de aplausos de los asistentes. Sólo nueve de ellos se abstuvieron en la correspondiente votación, lo que puso de relieve la soledad de los contados dirigentes díscolos, como Fernando Suárez o Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón. Este último quedará descolgado de la ejecutiva del partido, según comentó el propio Aznar.

En el capítulo de las ponencias o propuestas para un futuro programa de gobierno, los compromisarios dieron su apoyo al proyecto de ceder la gestión del 15% del IRPF a las comunidades autónomas y aprobaron la propuesta de administración única, formulada por el presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, tras un caluroso debate en el que el eurodiputado Fernando Suárez acusó al PP de "dejar en manos del PSOE la defensa de la unidad de España".

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