19 años después, otro 0-5 en Madrid
19 años después [ocurrió en 1974 en el Bernabéu], Johan Cruyff vivió ayer otro 0-5 en Madrid. Pero fue en el campo equivocado para el Barcelona. La noche resultó patética para el Atlético, aunque el público la vivió con mucha dignidad. Primero, despidiendo, puesto en pie, a un Laudrup que estuvo genial. Y luego, en un momento pleno de emoción, cuando, ya con el 0-5, comenzó a escucharse en todo el campo: "¡Atleti!, ¡Atleti!, ¡Atleti!". Era un grito de supervivencia de una afición muy castigada. Los jugadores estaban hundidos; el entrenador estaba desbordado; a Jesús Gil se le venían abajo todos sus planes. Y el público gritaba con orgullo el nombre de su club mientras aplaudía la exhibición del rival. Eso no sucede muy a menudo en un mundo tan irracional como el del fútbol. El resultado de anoche permi te sacar varias conclusiones. Por ejemplo, deja clara la comedia que hizo Cruyff para desviar la atención de sus errores en el Bernabéu. Con Guardiola y Beguiristáin en el campo, y sin esquemas miedosos, el Barcelona no tiene que preocuparse tanto de los árbitros. Guardiola, capaz a su edad de abroncar a Stoichkov por no bajar a defender, es un punto de referencia que sirve como eje de todo el montaje del equipo. Es un grandísimo jugador con una personalidad enorme. Con él, el Barça funciona como una máquina bien engrasada que juega de memoria. Sin él, el equipo naufraga sin rumbo. Y eso es lo que le sucedió en el Bernabéu.
El 0-5 también reivindica el buen papel del Real Madrid de Benito Floro. Su victoria del pa sado sábado cobra ahora más importancia. Supo frenar a un equipo que, aunque no esté en su mejor momento, es capaz de golear sin despeinarse. Si Laudrup hubiese tenido en el Bernabéu la facilidad de movimientos de que dispuso anoche, el Barça ya ha bría ganado media Liga.El futuro de Luis
Otra conclusión. Luis Aragonés es un chollo para Cruyff. Se han enfrentado 10 veces como técnicos, y jamás ha ganado Luis. Ha perdido ocho veces y sólo ha empatado en dos ocasiones. Cruyff le ha tomado la medida a las maniobras de Luis. Le descubre todos los trucos y le levanta la camisa con goleadas cada vez más amplias. El Atlético no gana desde el 29 de noviembre y el equipo se está hundiendo en una crisis enorme. La baja de Futre es una puñalada en el estómago. Es mortal. El Atlético ha perdido toda su personalidad. Ahora mismo, y hasta que no encuentre otro buque-insignia que devuelva la ilusión perdida, no parece tener razón de ser. La situación no puede ser más desesperante. Que Jesús Gil no haya destituido hasta ahora a Luis es algo que no cuadra con anteriores actuaciones del presidente. ¿Será porque espera la dimisión del técnico para no tener que indemnizarle? Si sigue manteniéndole unas semanas más, quizás ya no sea necesario un revulsivo hasta la próxima temporada. De momento, al Atlético ya sólo le queda la Recopa.
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