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La M-30 ya es una vía 'inteligente'

Javier Casqueiro

La M-30 ya es inteligente. La Dirección General de Tráfico ha invertido más de 5.000 millones de pesetas en dotar a esta carretera, utilizada diaria mente por más de 300.000 vehículos, de 54 esta ciones remotas y 47 de tomas de datos, 800 sensores de velocidad, 31 pórticos de señales variables, 54 paneles luminosos y un circuito cerrado con 14 cámaras de televisión. En siete accesos habrá incluso semáforos para regular la entrada.

El principal beneficiado de este programa es el Ayuntamiento, que gestionará el sistema que ya utiliza para lanzar mensajes intimidatorios a los usuarios para que conduzcan más lento.De hecho, los responsables municipales han acogido el proyecto montado por la Dirección General de Tráfico como un regalo navideño. El Ayuntamiento, que apenas ha invertido un centenar de millones, será el propietario final del sistema -cuando lo reciba oficialmente dentro de unos meses- y ya ha empezado a obtener los primeros datos.

Los responsables del departamento municipal de Circulación, que dirigirán el control del sistema, quieren que por la M-30 se pueda circular siempre a buena velocidad (50 o 60 kilómetros por hora y unos 1.300 vehículos por carril), pero sin sobrepasar, como ahora ocurre mayoritariamente, el límite establecido en 90 kilómetros por hora. La Policía Municipal impuso el año pasado alrededor de 80.000 multas por exceso de velocidad en la M-30.

El experimento más novedoso se ha practicado en siete accesos a la M-30. El Ministerio de Obras Públicas ha soportado durante años las críticas por mantener tres semáforos en la zona del estadio Vicente Calderón y por los todavía existentes en la avenida de la Ilustración.

Disuadir a los conductores

El sistema Ramt-Mettering (control de rampas de acceso) rescata la idea de los semáforos, pero no para el trazado de la M-30, sino para disuadir a los conductores de utilizar en determinados momentos estas siete entradas: Sagrado Corazón, Ramón y Cajal, avenida de Bonn, avenida del Marqués de Corbera, prolongación de Doctor García Tapia, Guillermo Fernández Shaw y paseo de Santa María de la Cabeza.Este método ha sido copiado de otros similares ya muy avanzados que dosifican el ritmo de entrada en numerosas autopistas de Estados Unidos y en la inglesa M-25.

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"El objetivo es poder cerrar la M-30 si está colapsada para garantizar siempre a los usuarios que la utilicen un buen nivel de servicio", explica Jesús Diez de Ulzurruum, subdirector general adjunto de Seguridad Vial de la Dirección General de Tráfico. "Para ello, por cada coche que salga de la vía deberá entrar sólo uno, y si no se marchan los suficientes hay que cerrar estas entradas penalizando al conductor unos minutos ante el semáforo para asegurarle que luego podrá recuperar el tiempo circulando a una buena velocidad y sin atascos", añade Díez de Ulzurrum.

La inteligencia de la M-30 permitirá controlar la velocidad, pero también otras muchas cosas. El sistema programado por Tráfico se configura en cuatro niveles y ha dotado al Ayuntamiento de un nuevo centro de control de tráfico. A este punto se remiten ya todos los datos obtenidos por los 800 sensores instalados en las 54 estaciones remotas y las 47 de datos.

Se han levantado 31 pórticos con paneles de señales variables alfanuméricas y gráficas en las que los técnicos de Circulación pueden escribir mensajes de hasta tres líneas con 16 caracteres (unas 48 letras). En los paneles gráficos se emitirán señales de peligro, prohibición y recomendación a través de una matriz de puntos que permite la combinación de los colores blanco, amarillo y rojo.

Además se han colocado otras 54 señales luminosas de fibra óptica para indicar los límites de velocidad y un sistema de televisión por circuito cerrado de 14 cámaras que se dirige desde el centro de control, que está conectado al de Tráfico.

"Será bueno para el tráfico, pero no milagroso", dice Sebastián de la Rica, director del departamento municipal de Circulación. "Hemos dotado a la M-30, más que de inteligencia, de sensatez".

Educar la inteligencia

Ahora falta comprobar cómo funciona. Es lo que De la Rica llama "educar la inteligencia", y Diez de Ulzurrum, "ajustar y desarrollar el programa para que ejecute sus posibilidades automáticamente". Todo está montado y funciona, pero las pruebas durarán meses.Falta también la puesta en servicio de lo que los especialistas califican como el sistema informático experto que le dirá a la M-30 cómo debe comportarse. Para ello, la M-30 se valdrá de su propio lenguaje, una gramática informática con una colección de 200 mensajes que se podrán emitir aislados o encadenados, en función de la cantidad de usuarios que soporte la vía o de las necesidades.

Un programa informático especial hará compatibles, posiblemente a partir de junio, todos estos mensajes con los que también se proyectarán en los paneles instalados en las carreteras radiales de entrada a Madrid.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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