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Echávarri rechaza la oferta de Banesto para seguir un año como patrocinador del equipo

Carlos Arribas

La continuidad del equipo Banesto sigue sin estar resuelta. El contrato de patrocinio termina el 31 de diciembre próximo y algunos altos cargos de la entidad bancaria se muestran dispuestos a continuar un año más con el equipo ciclista. Pero José Miguel Echávarri, su director deportivo, prefiere un contrato de al menos dos años. Echávarri ya ha tenido contactos con dos multinacionales japonesas que estarían dispuestas a aportar los más de mil millones de pesetas que cuesta poner al equipo en funcionamiento.

"Necesito dos años como mínimo. No puedo estar todos los meses de enero preocupado por lo que pasará al año siguiente. Además, ni a Induráin, ni a ningún ciclista, se les puede ofrecer contratos anuales", razona Echávarri. Los ciclistas firman sus contratos con una sociedad deportiva de la que es director el propio Echávarri. El único corredor que tiene contrato hasta más allá de diciembre de 1993 es el francés Jean François Bernard. Sin embargo, la mayoría de los ciclistas del actual Banesto, incluido Induráin, seguirían al lado de Echávarrí.Para evitar esta precariedad, que la continuidad de los ciclistas estuviera ligada a la continuidad del patrocinador y que la ligazón con el constructor del equipo fuera sólo de palabra, diversos conjuntos extranjeros funcionan con otra fórmula. Así Cyrille Guimard, director del Castorama francés, es propietario de una empresa a la que los corredores ligan su firma. Luego, él negocia con diferentes empresas el patrocinio. Así, si Echávarri se decidiera a crear su propia empresa, si Banesto deja de patrocinar al conjunto, el director navarro seguiría como propietario de los contratos de los corredores. Su único problema sería encontrar una firma capaza de pagar por ellos para lucir su publicidad en los maillots.

El principal partidario de que Banesto siga financiando a Induráin es el presidente de su Asociación Deportiva, Arturo Romaní, un verdadero aficionado al ciclismo. En su contra están las voces del departamento de marketing, que consideran que la entidad ya ha cubierto un ciclo y que debe diversificar su imagen publicitaria. Echávarri es de esta misma opinión. Romaní, sin embargo, no deja de filtrar mensajes hacia la opinión pública dando a entender que el banco debe seguir un año más.

"Induráin necesita, como mínimo, firmar los contratos por un periodo de tres años. Con los triunfos que ha conseguido y la edad que tiene -en julio cumplirá 29 años- no puede estar todos los años pendiente de su futuro", dice Echávarri, quien desea que en un par de meses pueda haberse solucionado el problema de patrocinador para los próximos años. "Con los demás ciclistas pasa casi lo mismo. A uno joven no le puedes firmar sólo por un año. Se vería presionado para ganarse su renovación desde las primeras carreras y se quemaría, no se podría hacer trabajo de futuro. Tampoco se les puede hacer contratos de tres años, porque se echarían a dormir. Lo ideal son dos años".

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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