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El guerrero contra el poeta

Los goles de Stoichkov son más decisivos que los de Bebeto

Carlos Arribas

Dos acuarios de la misma talla son los máximos goleadores de la Liga, con 15 tantos. Los dos son extranjeros. Uno, Bebeto, es un brasileño criado en el fútbol de toque, amague y engaño. El otro, Stoichkov, es un búlgaro educado en el juego marcial, de choque y mecanizado. En teoría, juegan en equipos equivocados. José Roberto Gama de Oliveira Bebeto, que cumplirá 29 años el 16 de febrero, no desentonaría al lado de los artistas del Barça; Hristo Stoichkov, que el 8 de febrero cumplirá. 27 años, pegaría más junto a los trabajadores del Deportivo. Quizás la razón de su éxito sea que ambos son la guinda exótica en sus equipos: Stoichkov, el asesino, encargado de la tarea sucia en un equipo de exquisitos; Bebeto, el genio, la línea de poesía en una novela negra.

Poeta y guerrero comparten el mismo gusto y el mismo poder. Los acuario, según el horóscopo, estarán este año mentalmente agitados, dados al entusiasmo, poco realistas y revolucionarios. Bebeto y Stoichkov se ajustan al tipo pero cada uno lo expresa a su manera. Son diferencias aparentes. Como lo es la imagen que transmiten: los dos miden 1,78 metros, pero el búlgaro pesa cinco kilos más -73-. Ese sobrepeso le permite ser más agresivo. También es más veloz, tiene más rapidez en la carrera corta y se beneficia de los balones que buscan la espalda de los defensas.Bebeto rehuye el enfrentamiento físico, burla los marcajes buscando el fallo del defensa y amparándose en su gran control del balón, y no entra al choque. Aún no ha recibido una patada en lo que va de Liga. Le, gusta pasar desapercibido hasta el momento decisivo. Stoichkov va a por todas. En el campo se hace notar por sus peleas con los rivales -sus grescas con el atlético López han pasado a la pequeña historia de la Liga- y sus desamores con los árbitros -es el jugador de Primera que más tarjetas ha visto, 11-

Fuera del campo también se manifiestan las diferencias. Bebeto es callado y a Stoichkov le gusta calentar los partidos antes y después de jugarlos. Fanfarrón, el búlgaro busca la batalla psicológica para atemorizar a sus rivales. "Bebeto marcó tres goles el domingo porque jugó contra el Español. Mino es un buen chico, que siga Jugando igual", declaró Stoichkov. La frase ha molestado a Bebeto, a Mino, al Español... pero el impulsivo búlgaro ya Ileva la ventaja. Él marca el territorio, pero necesita que los medios y su entrenador estén pendientes de él. Necesita mimos.

Admiración mutua

En privado, sin embargo, Stoichkov cambia. "Admiro a Bebeto", dice de entrada. Después, analiza el juego de su principal rival por el pichichi. "Bebeto tiene más técnica, mejor control de, la, pelota y por eso le gusta tocarla más. Es más lento, pero dentro del área se vale de su menor corpulencia para ser más veloz. Posee menor agresividad e instinto asesino que yo. Se parece a un bailarín con el balón. En lo que creo que, somos iguales es en visión de juego y en desmarque".Stoichkov no entra a analizar las características del remate. Ambos exhiben gran. variedad, aunque tienen piernas y ángulos favoritos. El búlgaro ama el cuadrante, izquierdo del área de ataque. Su gol típico se produce cuando después de desbordar por velocidad a la defensa rival por el extremo izquierdo, se introduce en el área con el balón controlado y dispara con la izquierda buscando el ángulo largo de la portería. Así ha conseguido cinco tantos. Bebeto es más disperso en la localización pero es experto en tener la caña preparada. Siempre está cerca cuando se produce un rechace en el área. Siempre busca el desmarque para aprovechar el pase de la muerte. En total ha logrado 12 tantos en jugadas de un solo toque, incluidos tres lanzamientos de penalti, un gol de córner directo y dos remates de cabeza. Stoichkov aún no se ha estrenado con la testa esta temporada.

Bebeto también reconoce que Stoichkov es uno de los mejores jugadores del mundo, pero busca las diferencias. Y las encuentra más que en el tipo de juego en la personalidad. "A mí me gusta hacer las cosas con humildad", declara, aún mosqueado por lo que entiende un menosprecio de Stoichkov al quitar valor a sus tres goles frente al Español, informa Xosé Hermida.

Si ambos son artistas del desmarque, aunque por diferentes medios, también saben crearse las oportunidades rodeados de defensas. Aunque el búlgaro gana la partida al brasileño en este campo. El mejor de Bebeto en la Liga lo marcó frente al Español después de romper varias veces la cintura al central Mino, con un toque de tacón incluido. Stoichkov, por su parte, ha descentrado a dos defensores: Andrinúa, del Athletic, y Giner, del Valencia. Su táctica fue más simple: no buscó lo inesperado, sino que se basó en su mayor rapidez y en su instinto para lograr los centímetros que le permitieran apuntar y disparar con éxito. También gana el búlgaro en algo subjetivo, la garra. La mejor demostración: el gol que supuso la victoria del Barca frente al Madrid. Su primer remate fue rechazado, pero con furia ganó de nuevo la posición para meterse casi con el balón en la portería.

Tantos de apertura

Los defensores de Bebeto recalcan que es más difícil meter goles con su equipo, el Deportivo, que con el Barça, un conjunto que. crea muchas más ocasiones de peligro. El equipo de La Coruña es más dependiente de su ariete que el Barça. Bebeto ha logrado el 51% de los goles del líder de la Liga, frente al 36% conseguido por Stoichkov sobre el total de los tantos azulgrana.Sin contar con que Bebeto ha jugado los 16 partidos de Liga completos y ha marcado tres tantos de penalti, mientras que Stoichkov ha marcado sus 15 goles en jugada y en sólo 13 partidos, los goles del búlgaro son más importantes si. se valora su carácter decisorio. Stoichkov es un especialista en romper cerrojos. En cuatro encuentros -frente al Atlético, Valencia, Español y Cádiz- goles suyos abrieron el camino a las goleadas de su equipo. En otros tres -frente al Real Madrid, Athletic y Logroñés- un tanto del búlgaro supuso la victoria. Bebeto, en cambio, se conforma con haber abierto el marcador en cuatro partidos -frente al Celta, Osasuna, Real Madrid y Barça- y sólo en una ocasión marcó el gol de la victoria, frente al equipo azulgrana precisamente.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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