Bárcenas, nuevo presidente del balonmano

Domingo Bárcenas, de 65 años, fue elegido ayer nuevo presidente de la Federación Española de Balonmano (FEB). Aventajó en siete votos al otro candidato, Jesús López Ricondo, de 50 años, anterior presidente. El aspecto más destacado de la votación fue la elevada presencia de asambleístas (116 de 117), algo que en opinión del nuevo dirigente demuestra "las múltiples preocupaciones de la gente del balonmano".

De los 117 asambleístas (17 presidentes de territoriales, 53 clubes, 29 jugadores, 10 árbitros y 8 entrenadores), 116 acudieron a votar a la sede del INEF en Madrid: un porcentaje de participación poco frecuente. "Me voy muy satisfecho del quorum de la asamblea. Demuestra la preocupación existente y las intranquilidades de la gente del balonmano", afirmó el candidato vencedor.Bárcenas partía como favorito. El resultado del escrutinio confirmó los pronósticos, aunque, como el nuevo presidente reconoció, de una forma más ajustada de la esperada: 61 votos para Bárcenas, 54 para López Ricondo y uno nulo. Entrenadores, jugadores y parte de los clubes fueron teóricamente -la votación fue secreta- los estamentos que apoyaron al triunfador y el resto de clubes, las territoriales y los árbitros los que lo hicieron al presidente saliente.

"Los jugadores", reconoció Bárcenas, "han sido muy importantes, pero tampoco me puedo quejar del comportamiento de los clubes". López Ricondo, en cambio, no quiso pronunciarse sobre qué, estamento resultó decisivo para su derrota: "Yo esperaba ganar. No sé lo que me ha fallado. No tengo una varita mágica que me permita detectar el voto de la gente".

La necesidad de cambiar la imagen del balonmano y lograr la unidad entre sus distintos estamentos eran los postulados fundamentales del programa electoral de Domingo Bárcenas. Ayer, una vez conoció su triunfo en las votaciones, se reafirmó en ellos. "Me voy a dejar la piel", dijo, "para cumplir todo lo que expuse en mi programa".

Jesús López Ricondo., presidente de la FEB desde el 16 de marzo de 1990, reconoció que "el balonmano español quería un cambio", pero cree que va a ser muy complicado llevarlo a efecto: "Queremos que el balonmano sea la octava maravilla del mundo, pero es muy difícil. Cuando se acabe la resaca del proceso electoral todo volverá a ser como antes".

Entre los primeros asuntos que deberá resolver el nuevo presidente se encuentra decidir la continuidad o sustitución del seleccionador nacional, Javier García Cuesta, cuyo contrato conluye el 30 de junio. Bárcenas no se mostró ayer muy claro: "Este tema dependerá directamente de las propuestas que me hagan en este sentido". Sin embargo, parece que la decisión sí está tomada. Juan de Dios Román será nombrado director técnico y Bárcenas quiere que Valero Rivera, actual entrenador del Barcelona, sea el seleccionador nacional. Pero el club azulgrana no le da permiso para compatibilizar ambos cargos.

Tercer extranjero

El asunto más complicado de resolver será el del tercer ex tranjero, principal causante de las diferencias existentes entre los clubes y los jugadores. "No 1 se puede ir nunca en contra del equipo nacional", comentó Bárcenas, "pero la decisión fi nal la tiene la propia asamblea".Bárcenas tiene prácticamente confeccionada su junta de gobierno, aunque no la hará pública hasta el 30 de diciembre, fecha en la que termina el plazo de las posibles reclamaciones que genere el proceso, y en la que será nombrado presidente de forma oficial.

Bárcenas es un histórico del balonmano, tanto de jugador como de entrenador. Desde 1958 a 1981 fue seleccionador nacional, puesto en el que ganó el Mundial B de 1979 y obtuvo un quinto puesto en los Juegos Olímpicos de Moscú 80. Ahora se estrena como dirigente, cargo que piensa ejercer con "diplomacia y firmeza".