La sequía obliga a recurrir a otros ríos y pozos

La Navidad ha llegado, y con ella, el frío y la nieve... pero no el agua ni la lluvia suficientes para saciar tantos meses de sequía. El Canal de Isabel II ha emprendido distintas campañas para concienciar a la población hacia un menor consumo. El decreto antisequía aprobado por la Comunidad de Madrid en inayo pasado -que prohibe regar todos los parques y jardines no históricos- y las campañas publicitarias han recaudado ciertos resultados, pero no los necesarios.

El año hidrológico concluyó a finales de septiembre como el segundo más seco del siglo. El mes de noviembre pasado ha terminado también y, pese a ser históricamente -con febrero- el que más aportaciones pluviométricas aporta a la red de embalses del Canal, tampoco ha servido de alivio. El Canal, en previsión de que el invierno no discurra lluvioso, acaba de emprender una nueva campaña para llamar la atención sobre el elevado consumo de agua de los madrileños.

Los embalses madrileños están al 38,7% de su capacidad, y en estos momentos más de la mitad del agua que abastece a Madrid (el 50,5% exactamente) procede ya de suministros alternativos: ríos Alberche y Sorbe, y aguas subterráneas extraídas de pozos del propio Canal.

EL PAÍS se suma desde hoy a esta campaña. El suplemento Madrid publicará diariamente, en su última página, un cuadro con un gráfico sobre la situación diaria en cuanto a capacidad de toda la red, así como la de cada uno de sus 13 embalses.

Por otra parte, la Comisión Provincial de Precios de la Comunidad aprobó el lunes una subida en las tarifas de suministro del 8,65%, más baja en 2,40 puntos a la pedida por el Canal (11,15%). La revisión tiene en cuenta la meteorología adversa.