El imperio del mercantilismo
Bjorn Borg fue la primera víctima del mercantilismo a que ahora se ven sometidos todos los grandes tenistas. El sueco no sólo fue un gran campeón, sino que cambió algunos fundamentos técnicos. Comenzó a jugar a los ocho años. Fue campeón de Roland Garros a los 18. Ganó seis veces en la tierra parisiense y rompió todos los pronósticos al coronarse cinco veces consecutivas en Wimbledon. Borg rompió moldes. Fue el primer jugador de tenis al que convirtieron en un fabuloso producto de mercadotecnia. Sus ganancias ascendieron a más de 10.000 millones de pesetas. Pero, a los 25 años ya no podía más, estaba harto. La presión era excesiva y cuando comenzó a perder con McEnroe, colgó la raqueta, dijo adiós y comenzó a deambular y a malgastar todo el dinero acumulado. Se hizo millonario, pero nunca logró alcanzar la plenitud como persona. Lo mismo les ocurre a muchos campeones actuales.
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