España, una potencia muy vulnerable

España fue a lo largo de 1992 el segundo país que más títulos -ocho- ganó en el circuito profesional masculino. Colocó a nueve jugadores entre los 100 primeros del mundo, algo sólo superado por Estados Unidos. Pero, las cosas han cambiado mucho menos de lo que estas cifras aparentan. Todo el poderío español se fortifica en la tierra batida. Cuando los jugadores salen de ella, se convierten en tenistas muy vulnerables, incapaces de defender sus excelentes clasificaciones.

Manuel Santana fue el primero y el último. Sólo él consiguió ganar un Grand Slam sobre una superficie que no era lenta. Su triunfo sobre la hierba de Wimbledon en 1966 rompió todos los moldes. Nadie pensaba que un español pudiera ganar allí. Des de entonces, los tenistas españoles se han adjudicado tres pruebas del Grand Slam. Todas sobre tierra batida, incluída la de Orantes en Forest Hills, pues ese año, 1975, no hubo hierba por una plaga.Las cosas no han cambiado tanto. La explosión que provocó aquella victoria en Wimbledon está dando sus frutos. Aunque antes era impensable que nueve jugadores pudieran entrar en una hipotética lista de los 100 mejores tenistas del mundo, ahora no cabe ninguna posibilidad de que uno de estos nueve se convierta, al menos en breve, en campeón de Wimbledon.

El tenis se ha masificado en España. Lo juegan miles de personas. El nivel ha subido mucho Pero, desde que Andrés Gimeno ganara en Roland Garros en 1972, y Orantes, sólo Arantxa Sánchez Vicario ha inscrito su nombre en uno de los cuatro grandes torneos.

"Hemos mejorado en cuanto a calidad y cantidad de jugadores. Hay muchos más. Nunca hubiera soñado que España tuviera este potencial", explica Gimeno "Lo mejor es que de todos éstos puede salir uno que entre entre los cinco mejores. Pero es dificil que cualquiera de ellos logre jugar bien sobre pistas rápidas. Hay que nacer con la mentalidad de saque-volea. Eso no se enseña, se lleva en, la sangre. Y a los españoles, en general les gusta el fondo de la pista".

Los reyes de la arena

Este año, los tenistas españoles han ganado ocho títulos del circuito masculino. Sólo uno, fuera de la tierra batida. Ahí han sido los reyes. Ellos fueron quienes cosecharon mejores resultados, logrando siete títulos de los 29 que estuvieron en juego. Estados Unidos ganó sólo cinco. Su predominio quedó patente en el hecho de que dos españoles protagonizaron cinco finales. Esta marca no la supera ningún otro país sobre tierra batida.En las estadísticas de final de temporada realizadas por la ATP, Sergi Bruguera y Carlos Costa aparecen entre los seis mejores en superficies lentas, con marcas de 39-10 y 34-10, respectivamente, en victorias-derrotas. En cambio, no hay españoles entre los 10 primeros en las clasificaciones de pistas rápidas, moqueta, hierba y pistas cubiertas.

No es de extrañar. Hace ocho años, cuando Emilio Sánchez comenzó a ganar torneos, jugar en pistas rápidas era como un sacrilegio. Los primeros pasos fueron duros. Emilio pasó un año sin ganar un encuentro fuera de la tierra. Ahora, en cambio, es el español que logra más victorias. A lo largo de 1992, el mayor de los Vicario ganó 23 encuentros y el título de Sydney en superficies rápidas. Algo menos de la mitad de los 64 partidos que ganaron entre los seis jugadores españoles que forman parte de los 50 primeros de la ATP. Costa logró seis; Bruguera, ocho; Clavet, 15; Arrese, dos, y Javier Sánchez, 10.

Sobre pistas duras, la excelente clasificación de los tenistas españoles queda mediatizada. Éste es uno de los problemas fundamentales que España afronta en la Copa Davis: todos los rivales evitan la tierra y ganan. No obstante, la progresión en las clasificaciones mundiales es innegable. Carlos Costa, ganador del torneo de Estoril y del Godó, alcanzó por primera vez los diez primeros. Alex Corretja dió un salto de 148 puestos para ubicarse en el 86. Sergi Bruguera, Emilio Sánchez, Pato Clavet, Jordi Arrese y Javier Sánchez mantuvieron sus posiciones. Y Tomás Carbonell, Francis Roig y Marcos Górriz (101) se quedaron entre los cien mejores.

"Lo difícil será que alguien gane un Grand Slam. Tienen posibilidades Bruguera y Corretja. Y Arantxa o Conchita Martínez, aunque veo difícil que logren superar su techo actual", concluye Gimeno.