El Zaragoza amaga, pero no puede eliminar al Borussia
La ilusión duró en Zaragoza 35 minutos, los que van del 26 al 61 y del gol local al de los alemanes. Con 1-0 a favor durante todo este espacio, dominio y una aparente superioridad, hubo momentos en los que pareció que el 2-0 que se necesitaba para eliminar al Borussia era posible. Pero el fallo defensivo que supuso el empate rompió todo e hizo volver a la realidad. El segundo gol, marcado ya en tiempo de descuento, resultó intrascendente.El Zaragoza calentó el partido cuando ya iban 15 minutos de juego. Hasta ahí sólo hubo nervios ayudados además por las irregularidades vistas en el criterio arbitral. A los 11 minutos ya estaban amonestados Higuera y Poyet. A partir del primer disparo a puerta, de Brehme, que dejó asomar posibilidades locales, se raseó más el balón y se intentó evitar la lucha cuerpo a cuerpo en la que la superioridad de los alemanes era evidente y les hacía ganar casi todas las jugadas.
Lo mejor del Zaragoza en sus minutos buenos estuvo en el centro del campo, donde había orden y se procuraban guardar las posiciones. El mérito en esa zona era doble porque se frenaba ahí a Reinhardt y Zork, los habituales creadores del peligro en el Borussia. Ayer, sus mejores jugadas ofensivas eran las dirigidas por el australiano Zelik, desde su nueva posición de hombre libre de la defensa en la que sustituía a Reuter, uno de los grandes ausentes del Borussia anoche. Los otros dos eran Frank y Rummenigge, cabe pensar que se echó mucho en falta la capacidad creativa de tan importante contribución.
Desde el 1-1 todo era ya difícil para el Zaragoza, que a sus limitaciones sumaba otra barrera insalvable, el equipo se había vaciado físicamente. Al Zaragoza se le cerró ayer su espacio europeo. Pudo eliminar fácilmente a Caen y Frem, dos equipos débiles pero quedó fuera de combate cuando se encontró el primer poderoso. Absolutamente lógico pese a que estamos hablando de un deporte, el fútbol, del que dicen que está loco, loco. En este caso no ha sido así.
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