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GENTE

Las aventuras erótico-políticas de la "Mesalina polaca"

Marzena Domaros, alias Anastazja Potocka, cree que la Dieta polaca es un lugar donde sólo cuentan "el sexo, el vodka y los chismes", o al menos así lo ha escrito en su libro Suplicatorios eróticos, que acaba de publicarse en Polonia. Marzena, nacida hace 25 -años en una aldea del norte de Polonia, cuenta en él sus relaciones sexuales con varios diputados a quienes conoció haciéndose pasar por periodista extranjera y aristócrata.Contra Marzena, la fiscalía dio orden de busca y captura por los supuestos delitos de falsificación de documentos, apropiación indebida, impago de facturas y robos, supuestamente no relacionados con el polémico libro. Los protagonistas del libro, cuya publicación coincidió con el debate parlamentario sobre la ley contra el aborto, son políticos tanto de la extrema derecha como del centro y la izquierda. De momento, ninguno de los parlamentarios citados en el libro ha anunciado que vaya a llevar a los tribunales a Marzena, a la que uno de ellos acusó de ser "una impostora, ninfómana y grafómana".

El más llamativo es el caso del vicepresidente del Congreso, miembro del partido democristiano Alianza del Centro. Marzena le acusa directamente de sadismo y violación. Con todo lujo de detalles, la autora cita las palabras obscenas que supuestamente habría pronunciado el político, borracho, antes de asestarle dos bofetadas y de tirarla en la cama. A la mañana siguiente, le habría propuesto trabajo en su cancillería y contactos con personas influyentes del entorno del presidente Lech Walesa.

Menos espectaculares son las descripciones de los contactos de Marzena con los políticos de la izquierda poscomunista, al que considera "el grupo parlamentario más inteligente". La Mesalina polaca, como la bautizó parte de la prensa amarilla polaca, se queja solamente de la eyaculación precoz del líder de los ex comunistas. En cambio, alaba las dotes sexuales del número dos de este partido.

En las 131 páginas del libro se cuentan también detalles picantes sobre las supuestas relaciones extramatrimoniales del ministro de Privatización, del partido liberal, y las supuestas perversiones sexuales del ministro para las Relaciones con el Sector Privado, del mismo partido.

Márzena, una rubia metida en carnes, reconoce que su éxito entre los parlamentarios no fue tanto el efecto de su belleza como el esnobismo de los políticos que veían en ella a una periodista extranjera y descendiente de una familia aristocrática polaca. "A la mujer más fea del mundo la dejas entrar en el Parlamento y al cabo de 24 horas se cura de todos sus complejos", concluye en su libro.-

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