_
_
_
_
"PICKET FENCES"

Con identidad propia

El estreno de Picket Fences, anoche en Antena 3, ha estado precedido de una fuerte campaña publicitaria: "Sembró la corrupción en Miami... Asoló Twin Peaks... Su próximo objetivo es Rome, Wisconsin". Tan misteriosas conexiones con otras series de televisión sólo hacen referencia a los índices de audiencia en Estados Unidos, pues las tres han alcanzado excelentes niveles de audiencia en su momento. Sin embargo, la expectación que tales comparaciones despiertan en el espectador pueden llegar a hacer creer que estamos ante una serie de suspense realizada con grandes dosis de diseño y acción. Para nada. La originalidad de Picket Fences radica en la combinación de todos los géneros de la televisión actual -intriga, comedia y folletín- bajo un formato convencional, bien realizado, mejor interpretado.La intriga criminal presenta un falso infarto y un terrible asesinato en el lavavajillas. Pero también es una comedia de situación familiar que muestra las peripecias de un matrimonio -el sheriff y la psiquiatra, la ley y el subconsciente- y sus hijos: un poeta precoz, un músico incontinente y una cantante soñadora. El folletín viene de la mano de los secundarios, sobre todo con el romance frustrado entre un joven agente que habla del amor como si fuera un coche nuevo y una estrella de la canción que recurre a la prostitución para hacer carrera.

Cuando se produce la primera muerte todo parece indicar que se avecina una matanza. Las referencias publicitarias a la serie Twin Peaks nos hacen creer que por el pueblo anda suelto un psicópata. Tras el descubrimiento de unas fotografías de una niña desnuda, todo parece indicar que el asesino también es un pervertido. Rome, Wisconsin, como Twin Peaks, parece ocultar mil turbios secretos bajo una apariencia de normalidad. Pero las pretensiones de la serie no van por ahí.

Humor negro

El humor, ligeramente negro, siempre sutil, se refleja en los certeros diálogos y en la forma. de tramar los crímenes -con guiños cinéfilos referidos a El mago de Oz- y llega incluso a hacer burla del veneno empleado, nicotina líquida inyectada -un buen escarmiento para los fumadores empedernidos-, o el segundo y más espectacular, en el lavavajillas, con la víctima rodeada de unos platos que constituían toda la herencia de su matrimonio. Los chistes rompen con el lado más serio y comercial de la serie, la investigación policial, trufada de trampas, fiscales viscerales, abogados sin escrúpulos, sospechosos con coartada, pruebas obtenidas de forma poco ortodoxa, agentes que cumplen voluntariamente el papel de malas, detectives que confunden el complejo de Edipo con un complejo adiposo...Picket Fences es un producto original, de calidad muy superior al estándar del medio y con ¡dentidad propia, que merece destacarse por lo que es, sin comparaciones con otras producciones, práctica que sólo sirve para despistar al espectador. La única duda que plantea su episodio piloto es el tono de los próximos. ¿Encontraremos más suspense o más humor?, ¿más crímenes o más líos en casa de sheriff?, ¿neutralizaron al verdadero asesino?, ¿encontraremos nuevos y desequilibrados personajes? Lo cierto es que la idea de no finalizar el programa en punta, con el farmacéutico apuntando a los protagonistas, sino en el abrazo reconciliatorio entre Tom Skerrit, el sheriff, y Kathy Baker, la psiquiatra, no parece una buena señal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_