El Plan hidrológico prevé trasvases de agua de un volumen 14 veces superior al Tajo-Segura

El Plan Hidrológico, Nacional (PHN), cuyo objetivo es el aprovechamiento del agua y su distribución, propone trasvases de un volumen 14 veces superior a la capacidad máxima de¡ trasvase Tajo-Segura. De los cuatro apartados que comprende el proyecto del plan, el más destacado es el segundo, en el que se desglosa la previsión de trasvases de unas comunidades autónomas a otras, basta un volumen anual máximo de 4.245 hectómetros cúbicos, de los cuales 2.055 (el 48%) saldrán del río Ebro. Estas transferencias implican una carga política de primera magnitud no sólo entre las comunidades receptoras y donantes, sino dentro del propio PSOE, cuyo secretario general, Felipe González, se ha comprometido a presentar el plan dentro de esta legislatura.

La actual situación de España, con sus desequilibrios de escasez y abundancia de agua -Madrid, Sevilla y Puertollano sufren restricciones, mientras el Duero y el Ebro desaguan sus embalses- es el prototipo en el que se basa el diseño del Plan Hidrológico Nacional para distribuir los recursos hidráulicos hasta el año 2012.Esta coincidencia fue destacada en Murcia el pasado martes por Vicente Albero, secretario de Estado para las Políticas de Aguas y Medio Ambiente. Albero insistió en que el "Plan Hidrológico Nacional sólo trata de garantizar las dotaciones actuales, evitar la sobreexplotación de los acuíferos y no expansionar ni generar competencia absolutamente descabellada; todo ello, en la confianza de que será un plan para todos y no alimentará tensiones entre las regiones".

El Plan Hidrológico Nacional describe una España excedentaria en agua en la mayor parte de la cuenca del Ebro, Pirineos, Cantábrico y Duero, regiones que no son precisamente las que tienen mayores perspectivas de crecimiento, y, por tanto, mayores demandas futuras de agua en los próximos 20 años. Las propuestas de trasvases se orientan a potenciar la oferta de agua en aquellas regiones con una gran capacidad potencial de desarrollo, de manera que las diferencias entre las zonas pobres y las ricas corren el peligro de acentuarse.

Fracaso del Tajo-Segura

La distribución del volumen de trasvases se reparte, en el horizonte del año 2012, de la siguiente manera: la cuenca de Galicia-Costa cederá un máximo de 20 hectómetros cúbicos a zonas deficitarias de la propia Galicia; un máximo de 1.050 hectómetros cúbicos se trasvasarán desde el Duero, Cantabria, Asturias y Castilla y León a zonas de la cabecera del Tajo y regiones deficitarias de la margen derecha del río Ebro; desde la cabecera del Tajo se prevé la cesión de 150 hectómetros cúbicos al trasvase Tajo-Segura. Esta cesión supone el fracaso histórico de este trasvase, concebido para transportar un caudal máximo anual de 300 hectómetros cúbicos. El fracaso se atenúa al nutrir con agua trasvasada del Duero la cabecera del Tajo, que se ha mostrado mucho menos excedentaria de lo que se calculó en un principio.

Del Guadiana se prevé un trasvase máximo de 110 hectómetros cúbicos desde los embalses próximos a Huelva para nutrir las marismas del Guadalquivir, mientras el Ebro pasará a convertirse en el principal nutriente de toda la costa mediterránea. La mayor parte de los 2.055 hectómetros cúbicos trasvasables se tomarán desde puntos próximos a su desembocadura en el delta del Ebro, 840 hectómetros cúbicos irán al Júcar, 475 hectómetros cúbicos a zonas deficitarias del interior de Cataluña y una cantidad ligeramente superior -575 hectómetros cúbicos- al Segura, a través de toda la red de canales que distribuyen el agua por la costa de Levante.

En la exposición de motivos, el nuevo proyecto se aleja del Plan Hidrológico redactado en 1933 por Lorenzo Pardo, que generalizaba las transferencias entre todas las cuencas, pero propone también un gran número de trasvases como solución al déficit que soportan zonas con grandes perspectivas de desarrollo. Para compensar a las zonas excedentarias, el PHN advierte que no se debe olvidar satisfacer las legítimas necesidades que no se han cubierto todavía en las zonas excedentarias.

Sobre esa base, el PHN exige que los trasvases se ajusten al principio de la solidaridad mediante el cumplimiento de seis condiciones: que las transferencias sean de recursos excedentarios; que vayan acompañadas simultáneamente de actuaciones de ordenación territorial en las cuencas donantes; que el volumen máximo a transferir sea fijado por ley; que los consejos de agua conozcan cualquier variación que se produzca, y que los trasvases vayan acompañados de un canon que pagarán los usuarios de zonas receptoras y beneficiará a las zonas donantes.

La calificación de una cuenca como donante o receptora podrá ser reversible si se producen cambios meteorológicos inusuales. El cambio de calificación sólo podrá hacerlo una institución de nueva creación, el Organismo Autónomo de Equilibrio Hidráulico Nacional, que tendrá competencias sobre el agua, de la misma manera que la Agencia Tributaría Nacional las tiene sobre la recaudación de impuestos.

Este organismo -presidido por el secretario de Estado para las Políticas de Aguas y Medio Ambiente, según el proyecto de ley- estará dotado de personalidad jurídica y patrimonios propios, independientes del Estado, y tendrá capacidad expropiatoria para ejecutar las obras y servicios necesarios para el cumplimiento de sus bienes.

Entre sus funciones más relevantes figura el control de explotación del Sistema Integrado de Equilibrio Hidráulico Nacional (SIEHN) -encargado de gestionar los trasvases-, el establecimiento del plan anual de trasvases -con las previsiones cuantitativas del volumen máximo anual y mensual de agua trasvasable-, las prioridades de usos y la inspección del plan.

Los trasvases o transferencias, como prefiere llamarlos el Plan Hidrológico Nacional, alcanzarán un máximo de 2.370 hectómetros cúbicos para el primer plazo del plan, fijado en el año 2002, y un máximo de 4.245 hectómetros para el año 2012.

Según dirigentes de la organización ecologista CODA, estas magnitudes y su reparto acentuarán la división entre las regiones pobres y las ricas. No obstante, los egologistas resaltan que el PHN presta una atención prioritaria al suministro de abastecimientos y aplauden el énfasis que pone en el ahorro del agua.

Proyectos pendientes

El Plan Hidrológico Nacional es, tras la Ley de Arrendamientos Urbanos, que previsiblemente aprobará mañana viernes el Consejo de Ministros, el proyecto más importante que el Ministerio de Obras Públicas y Transportes tiene pendiente hasta el final de legislatura, informa Luis R. Aizpeolea.

El PHN se corresponde con una de las leyes cuya puesta en marcha cuestionó por "conveniencia política" el vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, en la ejecutiva socialista hace un mes. Este proyecto tiene el riesgo de "ofrecer la imagen del agravio comparativo de unas regiones con otras", según argumentó una parte de la ejecutiva socialista cuando el ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, y luego Felipe González lo plantearon hace un mes como un proyecto a aprobar en esta legislatura. González, finalmente, dio luz verde a este proyecto, lo que se interpretó como una manifestación de su voluntad de agotar la legislatura.