Carlos Sainz acaricia el titulo mundial

El Mundial de rallies conocerá hoy el nombre de su campeón. Después de la tercera etapa del RAC Rally, el principal candidato al título es el español Carlos Sainz (Toyota), que afronta la última etapa de la última prueba de la temporada. con más de un minuto de ventaja sobre Juha Kankkunen (Lancia). El piloto finlandés es el único rival de Sainz, ya que ayer se produjo el abandono del tercer candidato, el francés Didier Auriol (Lancia). En los seis tramos cronometrados de la etapa de hoy, Sainz y Kankkunen dirimen la batalla final. El español parte con ventaja. El momento de la verdad ha llegado. Hoy se juega, en Escocia, la partida final del Mundial de rallies. Esta tarde se conocerá el nombre del número uno de la especialidad.

Es el último día de la última prueba y ya no habrá más oportunidades. Sainz y Kankkunen se juegan otra vez el todo o la nada, como el año pasado. Sólo puede haber un vencedor y un perdedor. Ayer, el tercer aspirante, Auriol, ya perdió todas sus posibilidades.El piloto español llega a esta decisiva jornada con las máximas opciones de ser campeón. Puede que lo consiga o puede que no. Lo que nadie podrá decir nunca es que no lo ha intentado hasta el último momento. Para Kankkunen, el sentimiento es el mismo. También, incluso, para Auriol. Por la igualdad que ha existido entre estos tres hombres merecerían poder compartir el título, subir al preciado cajón de una forma no escalonada. Por el permanente equilibrio entre Sainz y Kankkunen, aunque el finlandés ha tenido este año una máquina mucho mejor que la del español, han llegado a esta emocionante situación. Es lo que en fútbol sería la segunda tanda de penaltis de la final del Mundial o en tenis un hipotético tie-break del quinto set en Wimbledon.

En la etapa de ayer, la que debía ser decisiva, Sainz aumentó sus opciones. Por primera vez no llovió, aunque las pistas estuvieron húmedas. Fue decisiva, en lo negativo, para Auriol, que perdió todas las suyas. Kankkunen, que durante toda la jornada tuvo dificultades para seguir el ritmo de los otros dos, es el último rival de Sainz en su camino hacia el título. Y esta vez no valen conservadurismos.

Sainz temía especialmente dos partes del recorrido de este RAC Rally, dos bosques de los que no guarda buen recuerdo. Por los dos pasó en la jornada de ayer. En el primero, llamado Grizedale, se disputaban dos pruebas de velocidad, las primeras del día.

Para empezar, en la cronometrada inicial el piloto español logró el mejor tiempo y aumentó sus ventajas. Auriol quedaba a 49 segundos y Kankkunen a 1m 4s. Eran las máximas diferencias sobre los dos rivales desde que empezó el rally el pasado domingo. Además, el escocés Colin McRae (Subaru), líder al empezar la etapa, perdió tiempo al sufrir un pinchazo y Sainz recuperó la primera posición. Sin embargo, ese primer resultado esperanzador no tuvo continuidad.

La tradición

Tradicionalmente, Sainz siempre ha perdido tiempo en los tramos de Grizedale. Ocurrió hace dos años y el pasado. También este año: en el segundo de los tramos en esa zona Kankkunen recortó en cinco segundos la ventaja y, sobre todo, Auriol rebajó 24 segundos el tiempo del español.En el equipo Toyota hubo momentos de apuro. No era normal que su líder perdiera tanto tiempo de golpe. Se pensó en posibles problemas de suspensión o en dificultades con los neumáticos. Sainz resolvió las dudas al decir, en la asistencia posterior: "No ha pasado nada. Siempre nos ocurre en Grizedale, no se nos da bien".

La consecuencia de ese tramo fue que Auriol se situaba sólo a 25 segundos del piloto español. Éste, no obstante, pudo conservar el liderato porque McRae, con una avería en la transmisión, perdió tres minutos, y con ellos cualquier posibilidad de luchar por el triunfo. También por los 18 millones de pesetas que se ofrecen al británico que consiga la victoria.

El ataque de Auriol y la pérdida de tiempo de Sainz prosiguieron en las siguientes especiales. El francés ya no se quejaba de la falta de potencia del motor de su Lancia. Ni siquiera dudaba de sus neumáticos. "Ahora ataco al máximo de mis posibilidades", explicaba Auriol. En ese momento, ya sin McRae de por medio, la lucha por el triunfo en el rally quedaba reducida a los tres candidatos al título.

En la tercera prueba del día, Auriol recuperó otros tres segundos. En la cuarta, dos más. Estaba sólo a 20 de Sainz. La amenaza del mejor piloto del año se cernía sobre el español. El otro aspirante, Kankkunen, iba perdiendo gas y se retrasaba paulatina mente. Su desventaja sobre el líder era de más de un minuto. "Lo intentamos", decía el finlandés, "pero Auriol está loco".

Con este panorama se llegó a las puertas de los bosques de Kielder, la otra zona del recorrido que no gustaba a Sainz. Tampoco a los otros. Pero el título iba a jugarse allí. Tanta emoción pareció afectar hasta a los espectadores. Uno de ellos tuvo que ser- evacuado urgentemente y eso provocó el retraso de la carrera. Se hizo de noche y, al no estar los coches todavía dotados de luces, el quinto tramo de la etapa tuvo que ser suspendido por los organizadores. Los aficionados, que llevaban varias horas esperando, acogieron la decisión con desilusión e ira. Algunos llegaron a arrojar piedras sobre los vehículos en su paso neutralizado por el tramo.

Nadie sabrá nunca a quién benefició esa medida porque la prueba, de 33 kilómetros, era complicada. En1a siguiente, ya de noche, Sainz volvió a aumentar nueve segundos su ventaja. Y después se produjo el golpe de teatro. Didier Auriol, con el motor de su Lancía, averiado, se quedó parado en la especial. Poco después se confirmó su abandono. Había perdido cualquier posibilidad.

En la parte final, con dos tramos muy largos, el piloto español aumentó la diferencia sobre el piloto Finlandés hasta 1m 16s, con los que afrontará hoy la última etapa.

Clasificación: 1. Sainz (Toyota), 4 horas 7 minutos y 41 segundos. 2. Kankkunen (Lancia), a 1m l6s. 3. Vatanen (Subaru), a 2m. 51s. 4. Alen (Toyota), a 3m 57s. 5. Biasion (Ford), a 4m 3s.