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La ONU establece un dispositivo para reducir las victimas de los turismos en los choques con camiones

Las Naciones Unidas han redactado un reglamento sobre un dispositivo aplicable a los camiones para aminorar la siniestralidad de los accidentes producidos en el choque frontal entre turismos y camiones. Según un estudio, el riesgo de fallecimiento en estos accidentes es mayor en los ocupantes de turismos de gama alta que en los de gama baja, y la posibilidad de que el conductor del turismo salga ileso es sólo del 1%; muere en el 86% de los casos. La siniestralidad de estos accidentes en España es una de las más altas. Sólo entre los años 1988 y 1990 causaron la muerte de 2.178 personas.

El jueves pasado, un automóvil Ford Escort inició-una maniobra de adelantamiento cuando circulaba por el punto kilométrico 604,200 de la carretera N-340, cerca de Lorca (Murcia). La maniobra le situó frente a un camión Iveco que circulaba en sentido contrario, sin posibilidad de evitar el encontronazo. El choque fue tan brutal que el conductor del camión perdió el control y salió dando vuelcos por un terraplén y murió en el acto. El turismo se empotró bajo el frontal ,de camión, y a su conductor, que también falleció, tuvieron que sacarle los bomberos. El accidente mantuvo suspendida la circulación por esta carretera durante dos horas. Entre los años 1888 y 1980 ocurrieron en España 1.549 accidentes como éste, en los que murieron 2.178 personas.

Un equipo de investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Vigo y Madrid, bajo la dirección de Francisco Aparicío Izquierdo, acaba de concluir la primera fase de un estudio sobre estos accidentes, en los que fallecen entre el 11% y el 15% de las víctimas de tráfico. El trabajo, financiado con 50 millones de pesetas por Supervisión y Control, SA, la empresa concesionaria de las es taciones de inspección técnica de vehículos (ITV) para toda Galicia, persigue en su segunda fase lograr el diseño de un dispositivo que aminore las altas cotas de mortalidad que recaen sobre los ocupantes de los turismos al incrustarse éstos bajo los camiones.

La Organización de las Naciones Unidas ya ha elaborado un reglamento sobre las características que debe reunir el dispositivo antiincrustamiento. Se trata de una barra de acero situada a 45 centímetros del suelo y a 40 del frontal del camión. Se ignora todavía cuándo será obligatoria su instalación en los camiones, aunque se espera que los fabricantes comiencen a aplicarlo en los vehículos de nueva construcción a partir del año próximo. Este dispositivo palia ría el alto grado de siniestralidad que registran hoy estos accidentes: el conductor del turismo muere en un 86% de los casos; el ocupante del asiento delantero, en el 56%, y los pasajeros de atrás, en el 32%. La posibilidad de que el conductor salga ileso del percance es sólo del 1%.

Más confort, ¿más seguridad?

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Lo más llamativo, sin embargo, es que la gravedad del choque es más traumática a medida que crece el tamaño de los turismos implicados, es decir, los que per tenecen a la gama alta, los más potentes y caros. Si se toman va lores del 0 al 1, el índice medio de severidad (lesiones sufridas por los pasajeros) para los vehículos utilitarios es de 0,5157; para los de gama media, 0,5329, y para los vehículos de lujo o gama alta, 0,5373. "Esta aparente contradicción se justifica -según el estudio mencionado- si se tiene en cuenta una de las variables que entran en juego en este tipo de accidentes, como es la velocidad de circulación del turismo en el momento del impacto. El mayor nivel de velocidad de los coches potentes transmite al conductor mayor nivel de seguridad y confort, hecho que puede explicar que circule. más deprisa y se barajen en caso de accidente velocidades de colisión mayores que con vehículos de inferior categoría".Salta a la vista, independientemente de la gama de los vehículos implicados en los accidentes, que en todos ellos se produce una invasión.del espacio de supervivencia del turismo -el llamado habitáculo de los pasajeros- al empotrarse bajo el motor de los camiones.

El impacto no lo frena el morro del turismo, diseñado para absorber choques, sino los propios ocupantes que chocan con sus cuerpos directamente contra el camión. La diferencia de alturas entre el frontal del turismo y del camión (incompatibilidad geométrica) provoca que el coche penetre en los bajos del camión. De esta manera, el mayor impacto del choque se produce en el parabrisas y marco de puertas, quedando literalmente destruido.

Mensáfono

"Por el contrario", dice el estudio, "el camión tiene un frontal elaborado con elementos de gran rigidez y sólo recibe daños que afectan al parachoques, luces y, en el 50% de los casos, a las llantas delanteras y elementos de la dirección, provocando pérdida de control del vehículo, que puede ocasionar graves accidentes secundarios".Valencia, Barcelona, La Coruña, Madrid y Sevilla son las provincias que acaparan el mayor número de estos siniestros. Sólo en Valencia se produce cada mes el 2,8%, hecho que responde a una mayor concentración de vehículos de grandes dimensiones sobre una malla de carreteras con doble sentido de circulación.

Parte del estudio se ha realizado basado en los atestados de la Dirección General de Tráfico. Pero, al mismo tiempo, uno de los investigadores de la escuela de Madrid, el ingeniero José Luis San Román" ' ha permanecido en estrecho contacto con la DGT mediante un mensáfono que le informaba cada vez que sucedía un accidente en un amplio radio alrededor de Madrid. Por este vrocedimiento, San Román se áesplazaba inmediatamente al lugar del percance -cualquiera que fuera la hora y el día- para estudiarlo en caliente. Los cálculos efectuados sobre los 35 choques estudiados por este método han dado los mismos índices de severidad que los realizados sobre los atestados de la DGT.

En ambos casos, se revela como elemento coadyuvante de la siniestralidad de los coches, la incompatibilidad de pesos y dimensiones de los vehículos implicados, hecho que salta a la vista. La explicación científica de esta evidencia dice que, al confluir dos masas en sentido contrario, la energía resultante del choque recae casi exlusivamente en el vehículo más frágil por su diseño, que es el turismo.

"La incompatibilidad de pesos, dimensiones y estructura provoca que el turismo se vea obligado a absorber, deformándose, energías cinco y ocho veces superiores a las que están preparados", señala el estudio. Por ello, concluye, "se hace necesario instalar un dispositivo frontal en los camiones que cumpla las siguientes misiones: disminuir la altura libre frontal del camión' y tener la capacidad de ábsorber la energía del impacto para que éste no recaiga sólo en el turismo".

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