Ugarte, de 64 años, único español participante en la Vuelta al Mundo

Catorce veleros esperan en el puerto francés de Les Sables d'Olonne la señal de salida de la regata Vendée Globe para navegantes solitarios, que a partir de esta tarde les llevará a navegar 27.000 minas (50.000 kilómetros) alrededor del mundo sin escalas. Sólo un español, José Luis Ugarte, a bordo del velero Euskadi-Europa 93, tomará parte en la competición, en la que salen como favoritos los franceses Alain Gautier, Loïck Peyron y Philippe Poupon.

Bajo un cielo plomizo y con el paraguas del circo de aficionados, patrocinadores y medios de comunicación que rodea las grandes pruebas deportivas, los patrones y sus equipos dedicaron las últimas 24 horas a revisar sus modernos aparatos tecnológicos, de los que dependen en alta mar."Terminar la regata será un exitazo", decía Ugarte, un vasco de 64 años, pletórico ante la inminente salida de la Vendée Globe. Ugarte navegará desde hoy en solitario, pero durante varias semanas ha trabajado con un equipo de seis personas para poner a punto todos los detalles. El barco está dotado con instrumentos de ayuda a la navegación conectados por satélite, radio, radar y un sistema de transmisión de información meteorológica. Además, el Euskadi-Europa 93 dispone de paneles solares y un aerogenerador para dotar de electricidad a esos aparatos.

Ugarte, el navegante español de mayor experiencia en singladuras en solitario, consiguió su mayor logro en 1991, cuando concluyó la regata Boc Challenge, la vuelta al mundo en cuatro etapas en dirección contraria a la que siguió Juan Sebastián Elcano. Quedó el noveno entre 25 participantes y de vuelta a casa anunció su siguiente proyecto: "La próxima, en solitario y sin escalas".

La regata Vendée Globe parte hoy de Les Sables d'Olonne, en la costa atlántica francesa, al norte de La Rochelle, desde donde se dirige a las islas Canarias para navegar hacia el cabo de Buena Esperanza, superar después el cabo de Hornos y tomar desde allí rumbo al Norte para regresar al punto de partida.

El español, el más veterano

Los participantes deben cumplir una norma básica: navegar solos y sin ayuda exterior. Los routiers, especialistas en meteorología que desde tierra diseñan las trayectorias más oportunas, no están permitidos por el reglamento. El servicio francés de meteorología será el encargado de facilitar la información a todos los participantes. Los pronósticos con validez para cinco días llegarán por igual a todos los barcos a través de un sistema informático."Voy a pasar muchos ratos ante el ordenador, repartiendo el tiempo entre la marinería y la informática". Ugarte, defensor de la navegación artesanal, de la intuición del patrón y la experiencia acumulada, bromea con la resistencia de los equipos en alta mar. "Tanta electrónica no va bien con el agua salada. Serán muchas horas limpiando y secando para que el salitre no los estropee. Temo más a la electrónica que a la calma chicha".

Ugarte, el más veterano de los participantes en la regata, es un jovial y robusto deportista de 64 años que no ve en su edad un obstáculo para competir. "Mi manera de ser se adapta mejor a las regatas que la de los jóvenes. Mi desventaja está en que yo no voy a repetir la experiencia".

A bordo del Euskadi-Europa 93, un monocasco de 18 metros de eslora de estructura de aluminio y palos de fibra de carbono, estaban ya los víveres, el agua y "alguna cerveza para tomar al anochecer junto a la foto de la familia". La Federación Vasca de Vela llevó ayer hasta Les Sables su regalo de Navidad para Ugarte: txakoli, alubias de Tolosa, confit de pato y huevos de caserío. "Mi mujer, que es inglesa, me ha hecho un Christmas cake y mis hijas me han comprado una olla a presión y una chichonera".

La Vendée Globe será la despedida de Ugarte de las competiciones náuticas para solitarios. "Se lo he prometido a mi mujer y ella se lo merece", afirma con rotundidad.