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'Legalmente ilegal'

Moratalaz es la palabra que más teme. Significa orden de expulsión. Ésa es la espada que pende sobre la espalda negra del senegalés Dame Lo. Hace mes y medio le denegaron la regularización: ya es un inmigrante legalmente ilegal. Cada mañana extiende su mercancía en una estación de metro; siempre Ojo avizor al grito de "¡agua!", que anuncia policía. Si es la Municipal, equivale a decomiso de mercancía. Si es la Nacional, el peligro está en la expulsión, previo ingreso en el centro de extranjeros de Moratalaz.Dame, de 39 años, vende ropa, sobre todo mallas y sudaderas, que compra en una tienda al por mayor. Los meses buenos saca unas 40.000 pesetas, lo justo para comer y pagar el piso que comparte con otros compatriotas en la zona de Bravo Murillo.

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Se levanta a las seis de la mañana. Se asea y reza. A eso de las ocho ya está en su tenderete subterráneo. A mediodía hace un alto para comer y se reincorpora al trabajo hasta las nueve de la noche. También en el metro está un ecuato-guineano de 26 años, que ruega anonimato. "En tres meses me han pedido cuatro veces la documentación por mi color de piel. Hasta ahora he tenido el visado de turista. Ahora, como ha caducado, tengo mucho miedo", afirma. Tanto él como su colega senegalés sueñan con conseguir un contrato de trabajo.

"Hasta que me cojan"

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Dame lleva 19 meses en España y no piensa irse. "Seguiré aquí hasta que me cojan", afirma. "En España la gente es buena. No he tenido problemas", añade. Sólo abandonará si le expulsan. Con todo, la vida es aún más dura en África.

Este senegalés es uno de los 4.293 inmigrantes a los que se ha denegado la legalización de su estancia en Madrid entre junio de 1991 y noviembre de 1992. En ese periodo, 36.456 extranjeros consiguieron regularizar su presencia en la región.

Ilegalidad lleva aparejada expulsión, pero no es una regla exacta. En 199 1, la policía echó a 3.787 extranjeros de España. De ellos, 3.520 eran inmigrantes ilegales. Desde Madrid se expulsó a 768 personas.

Aún en el supuesto de ser localizado por la policía e ingresado en el centro de extranjeros de Moratalaz, un inmigrante clandestino tiene bastantes posibilidades de seguir residiendo en España. Según fuentes próximas al centro de internamiento, uno de cada tres extranjeros con orden de expulsión consigue quedarse.

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