Yeltsin advierte en los Comunes del riesgo de golpe en Rusia

El presidente de Rusia, Borís Yeltsin, eligió una ocasión solemne, la sesión conjunta de la Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lores del Reino Unido, para advertir ayer a Occidente de que su país se enfrenta al peligro de un golpe de Estado. "Hay que reconocerlo directamente: existen fuerzas en nuestro país interesadas en un golpe revanchista", afirmó el líder ruso, en visita oficial a Londres. Yeltsin recibió un largo aplauso de los parlamentarios británicos cuando afirmó que "Rusia y el Reino Unido son aliados desde este momento".

En su discurso de Westminster, Yeltsin sugirió la posibilidad de verse forzado a asumir poderes extraordinarios para combatir a los potenciales golpistas, entre los que incluyó a "miembros del antiguo Partido Comunista y la élite estatal, militantes nacionalistas, algunos gestores económicos pasados de moda y ciertos aventureros políticos". "Si es necesario", declaró, "usaré todo el poder, que me garantiza el pueblo"."Todas esas fuerzas [golpistas]", explicó el líder ruso, "han vuelto a la vida muy recientemente e intentan ahora organizar un ataque abierto y masivo, especulando con las dificultades que experimenta el pueblo. Pero estoy convencido de que sus planes no están destinados a cumplirse". "La excitación política que se está avivando en mi país no es más que un teatro de sombras", agregó, "en el que los fantasmas del pasado ofrecen su última representación". [Antes de salir de Moscú, anteayer, rumbo a Londres, el presidente ruso se había plegado, tras semanas de forcejeo, a la exigencia de una gran parte de la oposición de que el próximo 1 de diciembre comenzara una sesión del Parlamento ruso en la que se pretende hacer un balance, presumiblemente poco positivo, de la gestión de presidente y Gobierno. Los convocantes de la reunión son, precisamente, aquellos a los que Yeltsin califica de ex comunistas, nacionalistas y aventureros.

No hay alternativa

El primer ministro británico, John Major, declaró antes de la sesión parlamentaria conjunta que "no hay alternativa a la democracia y a la economía de mercado", recuperando una frase de su antecesora la primera ministra Margaret Thatcher, y animó a Yeltsin a proseguir "por la vía de la democratización". Éste manifestó luego ante los parlamentarios que seguirá con sus planes de reforma económica, para los que "no hay alternativa posible". "Rusia, ni se detendrá ni dará media vuelta", sentenció.

Borís Yeltsin se reunió ayer, segunda jornada de su visita oficial al Reino Unido, con el líder de la oposición laborista, John Smith, y con el presidente del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo, Jacques Attali. Yeltsin fue despedido por la reina Isabel II con un almuerzo en el palacio de Buckingham.

El presidente ruso firmó el lunes un tratado de amistad con el Reino Unido, el primero entre ambos países desde 1766, y, al parecer, invitó a la reina de Inglaterra a que visite Rusia. La soberana británica aceptó la invitación de Yeltsin.

La esposa de Yeltsin, Naina, desplegó una agenda paralela a la de su marido rematada, al despedirse de Norma Major, con una exhibición de candor político. Cuando ya se encontraba en el coche oficial y la esposa del primer ministro británico la despedía con la mano, Naina Yeltsin se apeó para pedirle a Norma que visitara Moscú. "Tiene usted que venir por allí", le dijo.