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Una huella dactilar, única pista que tiene la policía sobre los asesinos del abogado Jaime Cortezo

Los asesinos del abogado Jaime Cortezo Velázquez-Duro siguen en libertad un año después de cometer el crimen. El cadáver de Cortezo, que fue vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), fue hallado en el maletero de su coche en Madrid. el 13 de noviembre del año pasado. La policía asegura que no ha cejado ni un solo día en sus pesquisas, que apuntan hacia un grupo de atracadores. La familia de la víctima, que dice sentirse "desolada", no acaba de creérselo y exíge justicia. La única pista es una huellla dactilar dejada por uno de los criminales en un cristal del automovil del letrado

Cortezo, de 70 años, veterano militante antifranquista, salió de su bufete de la madrileña calle de Félix Boix sobre las siete de la tarde del 12 de noviembre, tras anunciar a su esposa, Mercedes Albert, que llegaría poco" después a su domicilio de Hortaleza. El abogado jamás volvió a ser visto con vida.Al día siguiente, Cristina Cortezo localizó el coche Saab 9000 de su padre aparcado ante los laboratorios Alter, en la calle de Mateo Inurria, a un kilómetro del despacho. Dentro del maletero se hallaba el cadáver del abogado, maniatado con un cordel, con dos navajazos en el cuello y un corte en la mano derecha. Conservaba en la muñeca su valioso reloj, las tarjetas de crédito y otros objetos.

La familia echó en falta su cartera y una pequeña agenda en la que el letrado apuntaba, con letra menuda e indescifrable, cada una de sus citas y asuntos cotidianos. "Era tan meticuloso que anotaba hasta la hora en que tenía que ir al peluquero", recuerda su viuda.

El Grupo de Homicidios de la Brigada Judicial de Madrid se encargó del caso: puso patas arriba el despacho profesional de la víctima para ver si llevaba algún asunto que pudiera haber motivado la venganza de algún cliente, averiguó si tenía alguna zona oscura en su vida personal, y hasta llegó a interesarse por el trabajo que Cortezo desarrolló en los años 80 durante su etapa en el CGPJ como vocal designado por Unión de Centro Democrático (UCD). Todo resultó inútil.

Ante la falta de móvil del crimen, los agentes han llegado a la firme creencia de que los asesinos fueron unos individuos que atracaron al letrado en el momento en que subía a su coche. "Le obligaron a bajar y le registraron en plena calle, como parece probar que su bolígrafo fuese hallado en un hueco existente entre el parabrisas y el capó del automóvil", relata Esmeraldo Rapino, inspector jefe de Homicidios. Una de las tarjetas de crédito fue encontrada en el piso del vehículo, junto al pedal del acelerador.

Según la hipótesis policial, los asaltantes vencieron la resistencia de la víctima tras maniatarle con un cordel, y le obligaron a meterse en el maletero. En ese momento, Cortezo intentó arrebatar a uno de los delincuentes la navaja de doble filo con la que le amenazaba y se causó un profundo corte en la mano derecha. Irritado por la actitud del abogado, el asesino le clavó la navaja dos veces en la garganta, seccionándole la yugular.

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Lo más extraño es que, los homicidas sólo robaron a su víctima una cartera con 3.000 pesetas, una pequeña televisión Grundig, la agenda de anotaciones y un tarjeta American Express. Ni siquiera utilizaron esta tarjeta de crédito para sacar dinero de un cajero automático, según ha comprobado la Brigada Judicial de Madrid.

¿Qué hicieron los homicidas durante las horas que pasaron dando vueltas con el coche de Cortezo hasta abandonarlo junto a la plaza de Castilla, sobre las seis de la madrugada? Lo único que ha determinado la policía es que el vehículo estuvo en algún momento "en un plano inclinado", como lo prueba el estudio del reguero de sangre existente en el maletero.

Una hipótesis con 'lagunas'

En el cristal de la ventanilla del conductor se encontró una fina marca de un dedo -posiblemente perteneciente a una mujer- de uno de los asesinos. Pero esto no ha servido hasta ahora para identificar al agresor debido a que la huella no está registrada en los archivos policiales. Sin embargo, las huellas de todos los delincuentes que son detenidos en España desde hace un año son cotejadas con la hallada en el automóvil de Cortezo, "con la esperanza de que algún día haya suerte", asegura un mando de la Brigada Judicial.La policía detuvo hace unos meses a varios atracadores que actuaban en la zona norte de Madrid, donde secuestraban a automovilistas de forma similar en que lo fue Cortezo. Pero ninguno de ellos era el dueño de la huella sospechosa.

La investigación también ha descartado, que los homicidas confundiesen a Cortezo con el ex ministro de UCD al que aquél había comprado, dos meses antes de ser asesinado, el lujoso automóvil Saab.

La esposa de Jaime Cortezo, Mercedes Albert, y su familia viven torturados y angustiados por la oscuridad que rodea al caso. "No dejamos de darle vueltas a la cabeza y no encontramos ninguna explicación. Es seguro que Jaime no tenía enemigos. Pero también encontramos lagunas en la hipótesis del atraco", afirma la viuda, para quien el reciente archivo de las diligencias judiciales que se seguían sobre el caso ha sido un duro golpe psicológico.

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