Gil, Luis y la plantilla se reunen y suavizan la crisis del Atlético

Jesús Gil, el presidente del Atlético de Madrid, se reunió ayer en su despacho con la plantilla y su técnico, Luis Aragonés, por espacio de media hora para solucionar la crisis abierta tras las fuertes declaraciones del dirigente después de la derrota del equipo en Vallecas (2-0). Ninguna de las partes quiso revelar el contenido de la reunión y se limitaron a calificarla positivamente.Se supo que Futre, como capitán, expresó a Gil el malestar de todo el equipo tras sus ataques [les acusó, entre otras cosas, de hacer el ridículo y de ejercer como profesionales sólo a la hora de cobrar], y que el presidente expuso su disgusto por la imagen del equipo en Vallecas y por las respuestas públicas de los jugadores y el entrenador a sus palabras. "No pasa nada", acordaron al final entre todos.

El jugador portugués, una vez concluída la reunión, habló en representación de la plantilla: "Es un tema privado del equipo. Son cosas que tenemos que solucionar nosotros. De todas formas, ha sido una reunión muy positiva. Hemos hablado sobre las críticas vertidas por el presidente, por el entrenador y por mi parte. Ya está todo arreglado".

Luis Aragonés, el técnico, se pronunció en el mismo sentido: "La conclusión es buena. Se han expuesto cosas importantes para mejorar. Insisto para mejorar, no para arreglar nada. Cuando los resultados no acompañan hay que encontrar salidas. Mi puesto no estaba en juego".

También habló Jesús Gil, que reconoció que la reunión fue dura: "No nos hemos dado caramelos, claro. Todos los clubes tienen su peculiaridad. Yo no soy un presidente al uso. Mi error puede estar en considerar al Atlético el mejor club de Europa, en querer ganarlo todo en un club que vive por encima de sus posibilidades. Estoy feliz, contento y con más moral que nunca. Entre nosotros existe una unión muy buena. El que diga lo contrario que se muera".