EE UU quiere ser cabeza de serie en el Mundial de fútbol y tener golf en los Juegos Olímpicos
C. L. SMITH MUÑIZ La mentalidad norteamericana de hacer del deporte un espectáculo televisivo para asegurar su éxito económico está variando la inflexibilidad histórica del Comité Olímpico Internacional y de la FIFA. El pasado miércoles, el comité organizador de Atlanta 96 confirmó que solicitaría al COI que incluya en el programa oficial el golf, deporte que no se juega desde San Luis en 1904, pero que tiene un vínculo comercial lucrativo. Su sede será Augusta, el campo del Masters, uno de los más prestigiosos del circuito profesional. El comité organizador del Mundial 94 prepara el calendario de juego según un supuesto inaceptable para europeos y suramericanos: EE UU será una de las seis cabezas de serie.
El comité organizador desea que EE UU esté a la cabeza del grupo A para que participe en el primer partido en la historia que se celebrará en un campo cubierto, el Silverdome, un estadio en las afueras de Detroit con un aforo para 70.000 espectadores. La selección estadounidense se trasladaría luego al Rose Bowl, en las cercanías de Los Ángeles, donde su presencia aseguraría más de 100.000 espectadores en este santuario del fútbol americano."Esperamos que EE UU sea cabeza de serie. Por lo menos trabajamos bajo esa suposición", afirmó John Griffin, subjefe de prensa del comité organizador, ayer a EL PAÍS. "Existe cierta lógica. Ésta ha sido la costumbre con los países sede en los pasados Mundiales", agregó Griffin.
Cambios
El comité organizador de Estados Unidos 94 ha transformado tanto la organización del Mundial, el torneo cumbre del fútbol, con la participación de 24 selecciones nacionales, que en otros países se teme que cambien hasta el reglamento de juego. Se utilizarán nueve sedes en vez de las 12 habituales. Se jugará en campos cubiertos y, para evitar un conflicto con el partido de all stars del béisbol, previsto para el martes 12 de julio, ambas semifinales se celebrarán el mismo día, el 13.
Todo está organizado tanto para la televisión como para la venta de entradas. Tres de las sedes -Silverdome, Dallas y Washington DC- presentarán partidos con dos cabezas de serie distintos y cada una de las sedes tiene garantizada tener en su calendario un partido con un cabeza de serie.
El calendario está hecho específicamente para que los aficionados al fútbol, no importa su afiliación, puedan presenciar en directo la mayor parte de los partidos. Los que quieran hacer el puente aéreo de una hora entre Los Ángeles y San Francisco podrán ver 13 de los 14 encuentros en la zona oeste del país. Chicago y Detroit, dos ciudades vecinas en el centro de EE UU, compartirán nueve partidos, cada uno en días distintos. El triángulo compuesto por Boston-Nueva York-Washington en el noroeste, representa un esfuerzo más ambicioso pero también será posible para que un aficionado presencie 13 de los 18 partidos.
Por último, la distribución de los cabezas de serie se hará por afinidades. Si Italia se clasifica tiene casi asegurada una plaza en Nueva York, ciudad con la mayor población italiana en EE UU. Ya se ha confirmado que Alemania, el campeón actual, inaugurará el torneo en Chicago, otra ciudad con fuertes rasgos sajones. Irlanda jugaría en Boston.
El golf está considerado como el deporte más popular de EE UU, según el número de personas que lo practican. También es el que más publicidad atrae. Estas dos razones bastaron para convencer al comité organizador de Atlanta 96 de incluirlo en su calendario. Se celebrarán torneos para ambos sexos de 72 hoyos y se permitirá la presencia de los profesionales, con un límite de tres por país, con un total de 60 en el torneo masculino y 40 en el femenino. Billy Payne, presidente del comité organizador, declaró estar confiado en conseguir la aprobación del COI. La próxima reunión de este organismo se celebrará en diciembre en Acapulco (México).
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