Pujol fija los límites del debate del congreso de Convergència y deja fuera el 'caso Roca' y a Unió

El presidente de la Generalitat y de Convergéncia Democrática (CDC), Jordi Pujol, inauguró anoche en Barcelona el IX congreso del partido que, junto con Unió Democrática, lleva 12 años gobernando en Cataluña. Un congreso que aporta como novedades la ausencia de un candidato a la secretaría general, por la renuncia de Miquel Roca a presentarse a la reelección, y la consiguiente crisis interna, y el futuro de la política de pactos de la coalición CiU con el Gobierno central. Pujol fijó ayer en el discurso inaugural del congreso, sin precisarlos, los límites de las futuras relaciones entre CiU y el Gobierno central

La confirmación de la política de ambigüedad en la adopción de compromisos en el marco general español y la invitación a "un diálogo intenso y franco" en el seno del partido marcaron la inauguración del IX Congreso de Convergència Democrática (CDC) a cargo del presidente de la Generalitat y del partido, Jordi Pujol. El presidente, en su salutación a los 1.500 delegados asistentes, resaltó la necesidad de que, al definir cualquier decisión política, se tenga presente que para CDC "Cataluña siempre ha de ser prioritaria". En su discurso , que duró media hora, Pujol fijó los límites de debate del congreso, y entre los asuntos que dejó fuera figuraban los que tienen en vilo a la organización nacionalista: la no presentación del secretario general a la reelección y el acuerdo de coalición con Unió, cuestionado por muchos de los dirigentes de CDC.Pujol aprovechó su salutación, la única intervención que se produjo en la jornada de ayer, ya que el congreso como tal no se inicia hasta hoy por la mañana, para resaltar la vigencia de los valores que encarna el nacionalismo moderado que representa Convergència. El objetivo de los militantes debe ser, dijo, hacer de Cataluña "un país de convivencia".

. En uno de los ocho puntos, que Pujol dijo que enumeraba "a título personal" como temas de reflexión y debate para este congreso, el presidente de CDC señaló que este tipo de nacionalismo era el que había dado a la coalición la victoria electoral en las cuatro elecciones autonómicas celebradas desde 1980 hasta la fecha.

"La acción de Convergéncia requiere una política española, y hemos procurado llevarla a cabo teniendo en cuenta no sólo los intereses de Cataluña, sino del conjunto del Estado, dijo. "Hemos procurado y procuramos contribuir positivamente al conjunto español, pero nuestra prioridad es Cataluña, debe ser siempre Cataluña, y eso es lo que condiciona el quién, cómo y cuándo de nuestras relaciones", agregó el líder nacionalista.

La intervención de Pujol tuvo al final una ligerísima autocrítica cuando reconoció que en el partido hace falta "un diálogo más intenso". "Necesitarnos una intensa y franca discusión", agregó, para apelar a continuación a la cohesión de la organización "si queremos ir hacia arriba", dijo. Estas tres escuetas frases fueron las únicas referidas al momento de incertidumbre que atraviesa CDC, que ayer era visible en muchos de los delegados que se interrogaban sobre las dimensiones de la crisis actual.

No fue la salutación de Pujol un discurso político sobre la situación actual. Eso advirtió que se lo reservaba para el domingo, día de la clausura del congreso. Fue más bien una intervención de corte paternal en la que dio todo tipo Indicaciones a los delegados y aplicó ese discurso que ha ido predicando estas últimas fechas de que Convergència se aleja de los cánones considerados normales en un partido político. Pujol no pudo evitar concluir su intervención con unas palabras poco usuales en un congreso: "De todo eso os hablaré más ampliamente el domingo cuando clausure el congreso".